Europa: la actividad industrial sigue siendo lenta...¿y ahora qué?

Kaspar Köchli, economista, Julius Bear

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Capitalbolsa | 03 sep, 2024

Los últimos PMI de agosto mostraron que la actividad industrial en la eurozona sigue siendo débil, mientras que la dinámica del empleo y las tendencias de pedidos a existencias aumentan además el riesgo de un período prolongado de debilidad del crecimiento. La tendencia a la desindustrialización parece continuar y, en última instancia, exige un inicio decisivo de la flexibilización monetaria del BCE.

La economía europea, en particular Alemania, está lidiando con la debilidad industrial junto con una desaceleración del crecimiento. Con la última lectura de 45,8, el PMI manufacturero de la eurozona ha estado en territorio contractivo desde julio de 2022, lo que apunta a una disminución continua de la producción industrial.

En última instancia, arraigada en la reubicación impulsada por la globalización de la industria a regiones con menores costos de producción, la pandemia y el aumento de los precios de la energía aceleraron la tendencia a la desindustrialización en Europa, afectando más duramente a las industrias intensivas en energía, que lucharon por seguir siendo competitivas en medio del aumento de los costos y las interrupciones de la cadena de suministro. La política monetaria restrictiva del BCE ha sido un factor crítico en el sentimiento económico moderado. Las alzas de los tipos de interés del BCE, si bien han logrado frenar la inflación, han provocado un aumento de los costes de financiación, que han afectado tanto a los hogares como a las empresas.

En Alemania, el mayor exportador e importador de la UE, los elevados tipos de interés han provocado un aumento significativo de las insolvencias corporativas. Esta tendencia pone de relieve los retos estructurales que afronta la economía alemana y su sector industrial. El crecimiento económico general de Alemania sigue siendo débil, debido también en gran medida a los elevados tipos de interés, que han desalentado la inversión y frenado el consumo privado. La elevada tasa de ahorro de los consumidores refleja tanto el débil sentimiento de los consumidores como el atractivo del ahorro en un entorno de tipos de interés elevados.

Además, los esfuerzos liderados por la UE para diversificarse más allá de China y promover la reindustrialización han encontrado obstáculos importantes. Los datos comerciales alemanes indican que las importaciones procedentes de China siguen siendo fuertes, mientras que las exportaciones han disminuido, lo que ilustra la vulnerabilidad ante el actual sentimiento económico moderado en China. Además de los factores económicos, las ineficiencias burocráticas y las incertidumbres políticas complican aún más la resolución de estos retos. Estos argumentos se suman a los llamados a reducir las tasas de interés más pronto que tarde, ya que la mayor sensibilidad de la zona del euro a las tasas de interés corre el riesgo de empeorar la caída del crecimiento cuanto más titubeen las autoridades.

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