CHINA: "Incluso un régimen comunista tiene el deber de mimar la bolsa"

Alexis Bienvenu, gestor de fondos de La Financière de l'Échiquier (LFDE)

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Capitalbolsa | 15 oct, 2024

A finales de septiembre, las autoridades chinas anunciaron un paquete de medidas de apoyo a la economía. Estas desencadenaron un ascenso vertiginoso de casi el 25 % en una semana en las bolsas locales, lo que benefició de pleno a las estrategias de renta variable.

No se puede negar que se trata de un plan potente, a diferencia de las medidas con cuentagotas de los dos últimos años, ya que no es únicamente monetario. Tiene cinco vertientes con aspectos que se refuerzan mutuamente: monetaria, bancaria, inmobiliaria, presupuestaria y financiera. Incluso un régimen comunista tiene el deber de mimar la bolsa, herramienta esencial del poder económico.

Además, este plan muestra un mayor grado de madurez que las anteriores medidas de rescate, sobre todo en comparación con el gigantesco paquete de noviembre de 2008, que se centraba principalmente en la construcción de infraestructuras. La inflación que siguió, y la burbuja inmobiliaria que encontró ahí un catalizador, provocaron desequilibrios, algunos de los cuales —en particular, los excesos inmobiliarios— están en el origen de las dificultades actuales.

Para poder dar este volantazo, China ha necesitado la ayuda involuntaria de sus competidores. Concretamente, de EE. UU., que le ha permitido hacer dos cosas. Por un lado, al lanzar una guerra arancelaria bajo la presidencia de Trump, han obligado a China a revisar sus prioridades económicas. De hecho, con las exportaciones parcialmente limitadas, al igual que algunas de sus importaciones estratégicas, como los componentes electrónicos más avanzados, China ya no podía confiar simplemente en el desarrollo de sus exportaciones para enriquecerse. Este hecho hacía aún más urgente impulsar el consumo interno, un aspecto que el plan anunciado aborda de lleno. Por otra parte, los anuncios de relajación monetaria de la Fed han permitido a China recortar sus tipos de interés de referencia sin arriesgarse a debilitar excesivamente su moneda frente al dólar, que acabará perdiendo el apoyo que le proporcionan los elevados tipos de interés estadounidenses. Por ello, quizá no sea una coincidencia que los anuncios chinos se produjeran varios días después de la reunión de la Reserva Federal, y no antes.

Como paciente observador de los cambios occidentales, China ha extraído lecciones de los altibajos económicos de sus competidores-clientes. A cambio de aplicar este aprendizaje, está prestando ayuda —aunque sea involuntariamente— a una parte de la economía occidental, especialmente la europea, que depende de su buena salud. No obstante, si quiere ascender otro peldaño entre las naciones, a pesar de la competencia de la India y el apetito de EE. UU., debe aplicar rápidamente nuevas reformas, sobre todo para hacer frente a su declive demográfico.

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