¿Comprarían una acción que se multiplicará por 20 veces en los próximos 20 años? Pues vean.
Actualizado : 09:14
Antes de hablarles sobre la compañía de esta semana, queremos hacer un breve comentario sobre cómo entendemos nosotros los mercados financieros, o más bien, cómo elegimos los valores en los qué invertir.
El equipo directivo de Capital Bolsa está constituido por 4 gestores financieros con cerca de 40 años de experiencia en los mercados. Se dice pronto. Han trabajado para algunos de los principales bancos de inversión del mundo en distintos departamentos: Gestión de Renta Variable, Tesorería, Departamento de Derivados, Materias Primas, Divisas...
En la empresa actual han establecido unos principios básicos a los analistas más jóvenes, entre los que destaca la premisa de que el principal cometido de un gestor es preservar el capital de los clientes, de ahí para arriba.
Por ello, los valores que escogemos para mostrar a nuestros clientes de la multitud de tesis de inversión que recibimos de nuestros asociados a nivel global, tienen estos requisitos en común:
- Preferentemente valores de pequeña capitalización que están claramente infravalorados por el desconocimiento de la comunidad financiera.
- Nicho de mercado con fuerte potencial de crecimiento tanto orgánico como vía adquisiciones.
- Preferentemente con caja neta (sin deuda).
- Directiva alineada.
- Qué presenten situaciones especiales que justifiquen la infravaloración en el corto plazo, pero no en el largo plazo. Qué pueda hacer dinero en todas las fases del ciclo económico y empresarial, por lo que siga aumentando su caja neta año tras año.
- Sectores con vientos de cola.
- Ratios muy atractivos (PEG por debajo de 1).
Nos gustan las pequeñas acciones porque nuestros análisis ofrecen más valor añadido, y porque muy pocos analistas profesionales nos favorecen algo, pero no cualquiera ni a cualquier precio. Podemos equivocarnos obviamente, pero nuestro primer objetivo es preservar nuestra inversión inicial como mínimo en el medio/largo plazo.
En ese contexto queremos hablares de una empresa canadiense muy pequeña y muy poco conocida. Una empresa de tratamiento de agua, ofrece soluciones de tratamiento y gestión de aguas residuales a la industria minera y metalúrgica en Canadá, Estados Unidos, América Latina, China e internacionalmente.
Las tecnologías de recuperación y eliminación de metales de la empresa incluyen las tecnologías BioSulphide y ChemSulphide, que utilizan fuentes biológicas o químicas de sulfuro para eliminar metales disueltos de las aguas residuales mineras; y tecnología Met-IX que trata aguas residuales. También ofrece tecnologías de sulfato, como Sulf-IX y Sulf-IXC, que eliminan el sulfato y la dureza del agua de proceso, así como pruebas de campo in situ para eliminar el sulfato de las aguas residuales; tecnología de eliminación de selenio, incluido Selen-IX, que elimina el selenio de las aguas residuales mineras, así como pruebas de campo in situ para demostrar la eliminación de selenio de las aguas impactadas por las minas; y tecnologías de tratamiento de cianuro, como SART para eliminar la interferencia metalúrgica de los metales solubles en cianuro y recuperar y reciclar cianuro en el procesamiento de oro.
Datos financieros
- Cotiza en el mercado secundario de valores de Canadá. Capitaliza 39,27 millones de dólares canadienses (CAD) a cierre de ayer, con un valor de empresa de 34,37 millones, es decir, tiene una caja neta (sin deuda) de unos 5 millones de CAD.
Vamos a explicar por qué nos interesa la inversión en esta compañía. Lo primero el sector:
- La compañía se encuadra dentro de un sector como es el de tratamiento de agua de la minería e industrial con altas barreras de entrada, y en la que un buen historial de ejecución es fundamental para la captación de nuevos clientes, o la extensión de las actividades en los ya existentes.
- ¿Cuál es el mercado objetivo de la compañía? Las estimaciones apuntan, solo en el sector minero, de 5.200 minas activas. Minas en desarrollo unas 4 veces más que las minas activas, y minas cerradas unas 10 veces más que las minas operativas. En total podemos estar hablando de unas 80.000 minas donde la empresa puede prestar sus servicios.
- La compañía espera alcanzar 4 nuevos proyectos de ingresos recurrentes (luego explicaremos qué es esto porque es fundamental para nuestra tesis) cada año, lo que supone en 20 años, que es el plazo de maduración de estos proyectos, ¡alcanzar una cuota de mercado de tan solo el 0,1%!
La pregunta obvia es: ¿se puede ser rentable con tan solo un 0,1% de la cuota de mercado esperada? La respuesta es: Rentable no...MUY RENTABLE.
Expliquemos primero qué hace la empresa para entenderlo.
Una empresa minera se pone en contacto con la compañía para que le desarrolle un proyecto de gestión de aguas residuales. Por este trabajo de consultoría obtiene unos ingresos de 1,5 millones de dólares durante un período de cinco años. Aproximadamente una de cada cinco propuestas se materializa en un contrato.
¿Y ahora qué? Pues la empresa opera una planta de tratamiento de agua por la que obtiene aproximadamente un ingreso anual de 1,5 millones de dólares durante un período entre 15-20 años. Tras el cierre de la mina este tratamiento de agua por regulación debe seguir ejecutándose, por lo que en promedio la compañía obtiene unos 2 millones de dólares adicionales en un período de 10 años. Siendo conservador, en total BQE obtendrá unos ingresos de unos 25 millones de dólares por proyecto en un plazo de unos 30 años. Estos son ingresos recurrentes y a largo plazo, lo que nos parece sumamente interesante.
Como decíamos, la empresa tiene como objetivo ejecutar 4 proyectos de tratamiento por año con una vida promedio de cada proyecto de unos 20 años. Si hacemos las cuentas esto nos da unos ingresos aproximados de unos 2.000 millones de dólares en 20 años. Recuerden que estamos hablando de una empresa de una capitalización inferior a los 40 millones de dólares sin deuda y con caja neta de unos 5 millones de dólares.
Estimamos que la compañía puede alcanzar un margen neto de un 10%, creemos que más pero seremos prudentes. Es decir, en estos 20 años la compañía obtendrá unos 200 millones de dólares de beneficio para una empresa que no llega a capitalizar ni 40 millones.
¿Qué pagarían por una empresa que está creciendo a tasas por encima del 50%, sin deuda, y que en 20 años tendrá un beneficio acumulado cinco veces superior a todo lo que capitaliza ahora? Pues que mínimo que tres o cuatro veces ese beneficio acumulado. Por tanto, sería una aproximación lógica establecer que esta empresa podría llegar a valer unos 600-800 millones de dólares en los próximos 20 años. Ahora vale menos de 40.
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