Cinco preguntas para saber si le están "vendiendo la moto" en los mercados
Carlos Montero
"Si Thomas Edison y Henry Ford tuvieran un bebé, ese bebé se llamaría Elon Musk", afirmaba recientemente un analista al hablar del creador de PayPal o Tesla entre otras compañías. Musk tiene millares de fans, y millares de detractores también.
Musk es un claro exponente de lo que el economista Robert Shiller definía como “economía narrativa”. Una historia tan convincente que comienza a dominar la conversación, a extenderse rápidamente y a ocupar los titulares. En el lenguaje moderno, la historia se vuelve viral. Musk suele ser viral. Pero hoy no hablaremos de este, a mi entender, genio, sino de la “economía narrativa”, aún si cabe más interesante.
A veces estas economías narrativas producen burbujas como la de los Tulipanes holandeses, o la de las punto com, bitcoin, y porque no decirlo también, la propia Tesla.
Sin embargo, en otras ocasiones las narraciones provienen de buenas fuentes, y describen proyectos muy interesantes y exitosos. Así lo fue Amazon, que en su tiempo, cuando perdía dinero año tras año, también se la consideró como una burbuja.