"Todos los sectores económicos europeos se verán afectados por una posible victoria de Trump"
David Ross, CFA, gestor de fondos internacional, La Financière de l’Echiquier (LFDE)
Los aranceles son el centro de la política económica de Trump. A diferencia de su primer mandato, cuando los aranceles se utilizaban a menudo como táctica de negociación, esta vez los aranceles se consideran una cura para la mayoría de los males económicos.
El objetivo principal es acabar con los déficits comerciales de EE. UU. y, en segundo lugar, generar ingresos fiscales para el Gobierno. Además, parece probable que se aplique una política cada vez más aislacionista hacia China, lo que obligará al mundo a entrar en un sistema económico bipolar en el que los países tendrán que elegir entre Estados Unidos y China.
En cuanto a la inversión extranjera, la inversión fuera de EE. UU. se va a desincentivar, independientemente del ganador de las elecciones estadounidenses, pero probablemente será más pronunciada bajo una victoria de Trump. Los aranceles incentivarán la inversión dentro de EE. UU. en detrimento de la inversión extranjera.
Por otro lado, todos los sectores económicos europeos se verán afectados por una posible victoria de Trump, empezando por la banca. Trump regulará con enfoque más suave, dando a los bancos estadounidenses una ventaja regulatoria sobre los bancos europeos. Los fabricantes de automóviles y los proveedores de piezas de automóviles que fabrican fuera de EE. UU. verán sus exportaciones más costosas. Peor aún, cualquier empresa que también venda a China probablemente no sólo verá aumentados los aranceles a EE. UU., sino también restricciones sobre lo que se les permite exportar a China, como los equipos de fabricación de semiconductores. Por último, la industria básica sufrirá por la reducción de las exportaciones y la competencia de EE. UU. La energía barata de esta industria será aún más barata bajo una administración Trump, ya que reduce las regulaciones ambientales sobre la extracción de petróleo y gas, así como la industria del carbón.
Es probable que los mercados de renta variable europeos vean negativamente una victoria de Trump, ya que se considerará que la combinación de aranceles y restricciones a la exportación a China limitará el crecimiento futuro de los beneficios. El régimen arancelario estadounidense debería conducir a un dólar estadounidense más fuerte y, por tanto, a una moneda europea más débil, lo que provocará una mayor inflación. La acción recíproca de Europa en materia de aranceles aumentará los precios de las importaciones, también inflacionistas. Por lo tanto, cabe esperar tipos de interés más altos debido a la mayor inflación. Un menor crecimiento, unos tipos de interés más altos y una mayor inflación no son positivos para los activos financieros.