Que no te líen con los dividendos. Repsol e Iberdrola bajo la lupa.
Javier Molina, analista senior de Mercados para eToro
Dos de los principales componentes del sector energético español se convierten en protagonistas estos días con motivo del pago de dividendo. Repsol (REP.MC) e Iberdrola (IBE.MC) afrontan fechas clave ante el desembolso anunciado, generando una oportunidad que muchos accionistas consideran atractiva.
Sin embargo, hay un detalle que a menudo pasa desapercibido: el impacto directo que este reparto tiene en la cotización de las acciones.
Cuando una empresa paga un dividendo, ese dinero sale de su tesorería y, en consecuencia, del valor global de la compañía. Esto se traduce en que, en la fecha ex-dividendo, las acciones empiezan a cotizar con un ajuste equivalente al importe del dividendo pagado. En otras palabras, aunque recibir el dividendo puede parecer una ganancia adicional, el precio de las acciones refleja inmediatamente esa salida de dinero. Es un aspecto clave que muchas veces no consideramos al pensar en el beneficio de un dividendo.
Repsol, por ejemplo, distribuirá 0,475 euros por acción el próximo 14 de enero, siendo mañana día 10 de enero el momento en que se descuenta ese pago y momento a partir del cual sus acciones ya cotizarán sin derecho a percibir este ingreso.
Por otro lado, Iberdrola distribuirá este mes 0,231 euros por acción como dividendo a cuenta. En su caso, los accionistas pueden elegir entre recibir nuevas acciones, cobrar en efectivo o vender los derechos en el mercado. Pero, al igual que con Repsol, mañana será el último día en el que las acciones se negocien con derecho al dividendo. A partir de ahí, cotizarán ajustadas a la salida de esos fondos.
Este fenómeno es esencial para entender la relación entre los dividendos y el mercado. Aunque son una forma atractiva de obtener rentabilidad, no debemos olvidar que ese pago se descuenta del valor de la acción. Es decir, lo que ganamos como dividendo lo perdemos en cotización, al menos de manera inmediata. Por eso, más allá del atractivo de los pagos puntuales, es fundamental analizar el rendimiento global y las perspectivas de la empresa para tomar decisiones informadas.
Desde un punto de vista técnico, Repsol se encuentra camino a los 12,2 euros, una zona de resistencia clave. La zona de los 12,40 euros se coloca como la segunda resistencia y, por encima, extensión hasta los 12,80 euros. Por abajo, soporte en los 11,80 euros primero y los 11,40 euros, como zona de control principal. El reciente impulso alcista ha llevado al RSI a niveles cercanos a la sobrecompra, lo que podría generar cierta presión vendedora en el corto plazo. El MACD muestra un cruce positivo, pero aún sin fuerte divergencia, sugiriendo un posible escenario de consolidación. Mañana, el ajuste por dividendo añadirá un elemento de volatilidad que podría definir la tendencia a corto plazo.
En el caso de Iberdrola, su cotización se aproxima a los 13,8 euros, un nivel de resistencia importante. La zona de los 14,10 euros se coloca como la segunda resistencia, justo en la zona de máximos históricos. Por abajo, soporte en los 13,50 euros primero y los 12,90-13,00 euros, como zona de control principal. El RSI está indicando fuerza alcista pero cerca de la sobrecompra. El MACD refleja un impulso positivo tras un cruce alcista reciente, aunque el histograma muestra signos de desaceleración. El descuento del dividendo mañana podría generar un retroceso técnico, ofreciendo un posible punto de entrada para los inversores a largo plazo.