Qué busquen otra excusa para justificar las ventas. La de la subida de los tipos no cuela.

Fuerte caída de las bolsas europeas en una jornada de enorme volatilidad

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Capitalbolsa | 06 feb, 2018

Actualizado : 17:41

Pues ya llegó la tan esperada corrección en las bolsas, con una verticalidad en los descensos acorde a la magnitud de las subidas anteriores. Ayer Wall Street se desplomó, con momentos de verdadero pánico inversor acrecentado por las operaciones automáticas. Esta mañana lo mismo sucedía en los mercados asiáticos, y posteriormente en Europa. Las acciones del viejo continente han soportado mejor el temporal debido a que Wall Street parecía estar rebotando en preapertura.

"Nadie esperaba que los descensos fueran tan rápidos. Muchos gestores esperábamos un respiro en la renta variable, y una corrección/consolidación de varios meses de duración. Se ha producido en un par de días y en vertical. El mercado siempre te sorprende, pero es que el beneficio potencial que tenían las carteras después de este largo proceso alcista era enorme. Es normal que la gente se pusiera nerviosa y que saliera al mercado a vender", nos comentaba un importante gestor nacional a media tarde.

La rentabilidad del bono a 10 años de EE.UU., el activo foco de atención de los inversores en los últimos días, ha alcanzado el 2,71%. Comenzó el año en el 2,4% y a principios de septiembre pasado alcanzó un mínimo en el 2,1%. Esta subida de la rentabilidad de la deuda estadounidense, que se ha trasladado a otros mercados, ha aterrado a los inversores que se han precipitado al mercado para vender. ¿Pero tiene esto sentido?

La subida de la rentabilidad de la deuda es negativa para el precio de las acciones por dos motivos:

1. Factor sustitución: Los bonos son una alternativa de inversión a la renta variable. Mayor rentabilidad, mayor atractivo.

2. Encarecimiento de la financiación: El coste financiero de las empresas se incrementa, por lo que se reducen sus ganancias.

Por tanto que la subida de la rentabilidad de los bonos es dañino para la renta variable es un hecho, la cuestión es que los niveles actuales de la misma son aún demasiado bajos como para preocuparse. El rentabilidad de las ganancias corporativas sigue siendo muy superior al de los bonos, en concreto, la rentabilidad del S&P 500 está cercana al 6%, frente el 2,71% de la de los bonos USA a 10 años. ¡Más del doble!

La historia nos dice que los techos de los mercados de renta variable se producen con un diferencial entre la rentabilidad de las ganancias corporativas y la de la deuda mucho más pequeña. Las acciones deben tener mayor rendimiento que los bonos porque son un activo más arriesgado. En cuanto la relación ha cambiado las acciones han tenido problemas. En 1987, la rentabilidad del mercado de acciones cayó un 4% por debajo de la de los bonos a 10 años del Tesoro de EE.UU. En el 2000 fue negativa en un 3%. Durante la crisis de 2007 el diferencial se redujo al 1,4%. Ahora es más del doble.

Para que el diferencial entre los rendimientos de estos dos activos se situara en línea con el escenario antes de la crisis financiera, los rendimientos del 10 años del Tesoro deberían subir al 4,2%, o las acciones tendrían que subir un 35% adicional, el Dow Jones aproximadamente en los 35.000 puntos. Esto está muy lejos de producirse ahora mismo.

La renta variable global ha desarrollado una tendencia alcista histórica tanto en duración como en magnitud estos últimos años, por lo que es normal algún tipo de corrección. Ahora bien, no está justificado el inicio de una tendencia bajista, ni una corrección de grado mayor. La verticalidad de los descensos en EE.UU., no tanto en Europa, ha sido debida al importante papel que tienen ahora mismo los programas automáticos de gestión, que sobrereaccionan los movimientos tanto al alza como a la baja.

Los analistas están dando como razón de las caídas en las bolsas la subida de los rendimientos en la renta fija. ¿Está justificado? Como hemos visto, no.

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