Perspectivas para 2025: "Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, nada azul."

Jean-Paul van Oudheusden, analista de mercado de eToro

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Capitalbolsa | 27 dic, 2024

Actualizado : 09:14

A medida que se acerca el final del año, presentamos nuestras perspectivas anuales de inversión para 2025. Los recortes de los tipos de interés continuarán, los beneficios empresariales siguen siendo sólidos.

El cambio de año no significa mucho para la evolución del ciclo económico. La tendencia de crecimiento mundial moderado, menor inflación y tipos de interés más bajos a partir de 2024 continuará en 2025. Esto permitirá a los bancos centrales seguir bajando los tipos de interés, a un ritmo que dependerá de los nuevos datos macroeconómicos.

Mientras los tipos se mantengan relativamente altos en comparación con la historia reciente, las empresas, por lo general, sopesarán cuidadosamente las nuevas inversiones y se centrarán en ofrecer rentabilidad a los accionistas.

De ahí que se espere que el crecimiento de los beneficios vuelva a ser fuerte en 2025, con una previsión de crecimiento medio del 15% para el índice S&P 500 y del 7,5% para el índice europeo STOXX 600. Esta perspectiva nos hace ser optimistas para la renta variable y otros activos de riesgo en general. Sin embargo, mantenemos la cautela debido a las valoraciones históricamente elevadas, especialmente en el caso de las acciones estadounidenses.

Trump, aranceles y guerra comercial

Lo que será diferente en el nuevo año es el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, como el 47o presidente de los Estados Unidos. Mientras siga defendiendo que "arancel es la palabra más bonita del diccionario", las políticas del Gobierno estadounidense pueden cambiar en muchos temas de la agenda económica. Unos aranceles más elevados podrían ralentizar el crecimiento mundial, traer de vuelta la inflación y, con el tiempo, incluso provocar interrupciones en la cadena de suministro, ya que otras regiones podrían verse obligadas a centrarse primero en sus propias economías. Sin embargo, si Trump hace honor a su proclamada reputación de negociador, las perspectivas de crecimiento podrían cambiar rápidamente en una dirección positiva. Los inversores tendrán que lidiar con la incertidumbre hasta que las nuevas políticas hayan sido firmemente establecidas por el nuevo Gobierno.

Deuda pública en constante aumento

El mundo se ha acostumbrado a vivir de prestado. Los inversores en bonos, en particular, seguirán de cerca la evolución de la deuda pública a ambos lados del Atlántico y exigirán mayores rendimientos si consideran que los balances no se gestionan de forma responsable. Unos tipos de interés más altos en Estados Unidos mantendrán el dólar más fuerte durante más tiempo, lo que afectará negativamente a Europa, Japón, India y muchas economías emergentes. En Europa, los inversores buscarán un crecimiento económico renovado, lo que podría ejercer presión sobre los rendimientos de Francia y Alemania, países con problemas políticos, para ver si el "cueste lo que cueste" de Draghi para proteger el euro sigue siendo válido. Las expectativas de rentabilidad de la renta fija seguirán siendo bajas mientras persista la incertidumbre.

El barrido rojo determinará los temas de inversión estructural

Dado que el gobierno republicano liderado por Trump controla ambas cámaras del Congreso, no habrá nada "azul" (el color de los demócratas) en las políticas del gobierno estadounidense durante al menos los próximos dos años. Un gobierno unido significa más oportunidades de productividad y una toma de decisiones más ágil a la hora de legislar. Los mercados esperan que la subida de aranceles, la bajada de impuestos y la desregulación ocupen un lugar destacado en la agenda; sin embargo, ninguna de estas ideas de campaña se ha puesto por escrito todavía. Se espera que las cosas se muevan rápidamente porque Trump no es nuevo en la Casa Blanca esta vez. Prevemos que los temas de inversión más estructurales en áreas como las infraestructuras, la industria manufacturera, la construcción de viviendas y la tecnología se aclararán en un par de meses, cuando se haya fijado la dirección de las políticas del Gobierno estadounidense. Dada la actual fortaleza de la economía estadounidense, es probable que otros países esperen y se adapten hasta cierto punto.

El factor Musk

Otra cosa nueva en 2025 es el "factor Musk". Debido a su inversión masiva en la campaña de Trump, Elon Musk está más cerca del poder que ningún otro hombre de negocios en la historia. El empresario aportará un espíritu más libertario y emprendedor a la política. Eso debería funcionar bien para aumentar la productividad, pero probablemente también se traducirá en más riesgos, por ejemplo, debido a la desregulación o a opciones presupuestarias menos equilibradas.

Perspectivas prudentemente optimistas

En conjunto, creemos que 2025 será el tercer año positivo consecutivo para la renta variable. Los rendimientos pueden resultar menos favorables que en 2023 y 2024 debido a las ya elevadas valoraciones, en particular para la renta variable estadounidense. Las inversiones masivas en chips y en IA volverán a poner al sector tecnológico en el punto de mira, entre otras cosas porque es el tema número uno de la agenda también en China. Creemos que la guerra comercial dominará las noticias, y vigilaremos de cerca la evolución de los precios de las materias primas y las relaciones geopolíticas.

Los temas de inversión cíclicos se mantendrán mientras los bancos centrales sigan en la senda de relajar la política monetaria; sin embargo, los temas de inversión más estructurales tomarán el relevo durante la primera mitad del año. Continuarán los temas bipartidistas como el refuerzo de las infraestructuras y las capacidades de fabricación local. Sectores como la sanidad y las energías renovables experimentarán un cambio de poder a partir del 20 de enero de 2025.

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