Las bolsas lidian con un comienzo de septiembre complicado. Veamos por qué.

El S&P 500 y el Nasdaq Composite cayeron ayer por segunda sesión consecutiva en un comienzo de septiembre mediocre. El S&P 500 perdió un 0,16% para cerrar en 5.520,07, mientras que el Nasdaq Composite cayó un 0,3% y cerró en 17.084,30.

El Promedio Industrial Dow Jones subió 38,04 puntos, o 0,09%, para cerrar en 40.974,97.

“Al menos en los márgenes, se está viendo un ligero repunte después de la venta masiva de ayer”, dijo Keith Lerner, codirector de inversiones de Truist. “Los inversores están un poco nerviosos; es una operación de baja convicción. Todo el mundo está esperando el informe de empleo del viernes y, hasta entonces, estamos en una especie de patrón de espera”.

Las acciones de Nvidia cayeron un 1,7% tras un informe de Bloomberg que indicaba que el Departamento de Justicia de Estados Unidos había enviado citaciones judiciales al fabricante de chips. La medida se produce después de que Nvidia cayera más del 9% el martes en medio de un retroceso más amplio en los semiconductores.

Algunas acciones de tecnología y chips de gran capitalización recuperaron su equilibrio el miércoles, con Advanced Micro Devices y Tesla subiendo un 3% y un 4%, respectivamente.

Las acciones rebotaron desde sus mínimos a medida que la llamada curva de rendimiento del mercado del Tesoro volvió momentáneamente a un estado normal. La curva se había invertido con la tasa del bono a 10 años inferior al rendimiento a 2 años. Esta es una señal común de recesión y ha preocupado a los inversores. El miércoles, el rendimiento del bono a 10 años volvió a igualarse con el rendimiento a 2 años en un momento dado y subió ligeramente por un breve período.

Wall Street viene de una sesión perdedora, con los principales índices de referencia registrando su peor día desde la liquidación del 5 de agosto, mientras que los nombres de chips luchaban y los últimos datos económicos implicaban una desaceleración del crecimiento de la economía estadounidense.

Los operadores se están preparando para una mayor volatilidad en septiembre, y muchos anticipan un retroceso del 5% o más en este período históricamente débil para las acciones. Sin embargo, retrocesos como los experimentados en las últimas semanas no deberían disuadir a los inversores, según el estratega jefe de inversiones de TD Wealth, Sid Vaidya.

“Desde nuestro punto de vista, se trata de una volatilidad normal a corto plazo”, afirmó. “No cambiaríamos ningún posicionamiento en función del último día y medio”.