¿Son fundados el miedo de los inversores? Veamos qué nos espera en Agosto.
Actualizado : 17:36
Decíamos ayer que las estructuras técnicas de las bolsas europeas sugieren descensos importantes en el corto plazo. Hoy las bolsas han caído con fuerza y las estructuras gráficas refuerzan el escenario bajista. ¿Estamos en el inicio de una fase correctiva dentro de una tendencia alcista o algo más? Veamos:
Más suben Ibex 35 | |||
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REDEIA CORP | 16,85€ | 0,61 | 3,72% |
IAG | 1,95€ | 0,06 | 3,40% |
Endesa | 18,37€ | 0,49 | 2,73% |
Naturgy | 22,42€ | 0,54 | 2,45% |
Cellnex | 34,20€ | 0,77 | 2,29% |
Más bajan Ibex 35 | |||
Laboratorios Ro... | 79,15€ | -5,05 | -5,92% |
Caixabank | 4,87€ | -0,30 | -5,81% |
Banco Santander | 4,03€ | -0,22 | -5,27% |
Bankinter | 7,24€ | -0,37 | -4,80% |
Indra-A | 17,59€ | -0,70 | -3,85% |
"Recientemente hemos visto tomas de beneficios en segmentos/mercados concretos y rotación hacia otros rezagados. Así, hemos asistido a caídas en Francia (incertidumbre política), Nasdaq (valoraciones ajustadas, dudas sobre la monetización de las inversiones en IA) y China (debilidad económica, presiones internacionales), mientras que en positivo destaca la buena evolución relativa del Russell (small caps americanas)", comenta Natalia Aguirre de Renta 4 Banco en un reciente informe de situación. Añade:
De esta forma, los gestores moderan su sentimiento positivo ante las valoraciones alcanzadas en algunos segmentos de mercado (¿burbuja IA?), y las compañías que incumplen estimaciones y/o rebajan guías reciben fuertes castigos, a la vez que comienza la rotación hacia segmentos de mercado más rezagados (small caps, compañías tradicionales), especialmente después del buen dato de IPC americano de julio.
Sin entrar a valorar si hay o no burbuja en IA, donde los inversores exigen ver la monetización de la fuerte inversión realizada, sí es razonable cierta rotación desde los segmentos de mercado más tensionados hacia otros con valoraciones muy atractivas, que también deberían verse apoyados por la mejora paulatina de los resultados empresariales.
Nuestro escenario base sigue siendo de aterrizaje suave y bajadas graduales de tipos de interés.
En EE.UU., la inflación se desacelera más de lo esperado, incluso en los componentes habitualmente más tensionados, como puede ser la vivienda. A ello se suma el progresivo enfriamiento del mercado laboral, con un ligero aumento de la tasa de paro hasta niveles que no veíamos desde 2021 (4,1%), a la vez que el crecimiento de los salarios se modera (+3,9%).
Todo ello justifica que la Fed inicie su bajada de tipos en septiembre, tal y como ha apuntado el presidente Powell en sus últimas comparecencias al mostrarse más confiado en alcanzar el objetivo de inflación del 2% a medio plazo. La reunión de banqueros centrales en Jackson Hole (22-24 agosto) podría ser el foro para anunciar explícitamente el inicio de los recortes de tipos en septiembre.
En el caso de la Eurozona, la moderación de la inflación se estanca, con especial vigilancia sobre los focos de mayor tensión inflacionista (servicios, salarios, tensiones geopolíticas). Sin embargo, la debilidad de los últimos indicadores más adelantados de ciclo hace previsible que la tendencia desinflacionaria se mantenga de cara a los próximos meses.
Esto, sumado a una Fed dispuesta a iniciar los recortes de tipos tan pronto como septiembre, nos lleva a reiterarnos en nuestra expectativa de un total de 3 bajadas del BCE en 2024, la primera ya ejecutada en junio y las dos restantes previstas para septiembre y diciembre, reuniones en las que se revisa el cuadro macro de inflación y crecimiento. Unos recortes de tipos que serán, en cualquier caso, data-dependientes.
En el frente político, esperamos que se mantenga la volatilidad en los próximos meses. Más allá de la necesaria formación de gobierno en Francia, actualmente con un gobierno de transición sin capacidad para impulsar crecimiento, acometer reformas y hacer frente a un complicado panorama fiscal, la atención de los inversores se centrará en las elecciones americanas del 5 de noviembre, con Trump reforzado después del primer debate contra Biden, el atentado, y la retirada del candidato demócrata que deja a Kamala Harris como la alternativa más probable (apoyo de demócratas relevantes y grupos de poder clave en el Congreso, además de poder disponer de los fondos ya recaudados por Biden).
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Con Trump como favorito vencedor y pendientes de las encuestas, los mercados comienzan a hacer lecturas de qué activos y sectores podrían verse beneficiados o perjudicados.
En una primera aproximación, vemos riesgo de tipos largos estructuralmente más altos ante un entorno de mayor inflación (política fiscal expansiva, mayores aranceles, y aumento de restricciones a la inmigración).
A nivel sectorial/temático, entre los potenciales beneficiados destacaríamos pequeños bancos, defensa, petróleo y gas, salud, criptodivisas, oro..., mientras que potenciales perjudicados serían renovables o vehículos eléctricos.
En cualquier caso, veremos el resultado electoral, a la vez que todo dependerá del reparto de poderes.
A nivel de resultados empresariales, las cifras del 2T24 están teniendo buen tono general en EE.UU, con un 80% superando en BPAs y en línea para cumplir las previsiones anuales de consenso. Por su parte, en Europa los resultados están siendo algo más débiles (52% superan en BPA), y será necesaria cierta aceleración en 2S24 para cumplir con las previsiones de crecimiento BPA anuales.
En términos de valoraciones de las bolsas, consideramos que son razonables en términos históricos en Europa en general y en España en particular, así como en el caso de EE.UU. si excluimos a los 7 Magníficos, en un contexto de aterrizaje suave del ciclo global y de bajadas de tipos de interés de los principales bancos centrales.
En cuanto a nuestro Asset Allocation, seguimos pensando que hay que mantenerse en deuda pública a corto plazo, sin prisa por alargar duraciones, y enfocados en grado de inversión en renta fija privada. En cuanto a la renta variable, el mercado podría ofrecer mejores puntos de entrada ante la materialización de algunos riesgos (elecciones, extensión del conflicto en Oriente Medio, ciclo, inflación), aunque las tomas de beneficios en bolsas deberían ser limitadas con el apoyo de la rotación sectorial, las bajadas de tipos de interés y el aterrizaje suave de la economía global.