A tres días hábiles del fin de año, los mercados al pairo
Entusiasmo es una actitud ante la vida que transforma la manera en que hacemos las cosas y también la forma en que las vemos. Recuerdo que estando en Citibank al comienzo de mi trayectoria profesional, unos “account managers” que gestionaban importantes empresas españolas me vieron deambulando por el pasillo y me preguntaron si podía ayudarles a calcular unos datos esenciales para ampliar un crédito a una de ellas, con mucha urgencia.
Yo saqué mi flamante calculadora financiera HP de última generación que mis padres me habían regalado por terminar ICADE y me senté con ellos. Y doce horas después, a las cuatro de la mañana, terminamos los últimos cálculos y nos fuimos a casa a descansar unas horas antes de regresar al trabajo. Me indicaron que yo no fuera, que descansara todo el día siguiente y que se lo dirían a mi superior, incluyendo la dedicación que había tenido. Al irme, uno le dijo al otro “Este chico no tiene mucha idea pero tiene un enorme entusiasmo; llegará lejos aquí”. Lo cierto es que en Citibank no llegué muy lejos porque el sueldo no me daba casi para vivir, recién casado encima, a pesar de que ascendí a Manager también. Y me fui a Dow Jones Telerate, con mi entusiasmo a la espalda. Más de treinta años después, ese entusiasmo tengo que repartirlo, porque no me cabe más ni encima ni alrededor. Crece exponencialmente con el paso del tiempo y cualquier día me hará estallar si no lo transmito constantemente a otros. Así que, a entusiasmarse, que es maravilloso.
Los mercados flotan estos días sobre sus máximos sin vientos que les lleven más allá. La reforma fiscal de EEUU está ya descontada en los impulsos alcistas anteriores del mes, el toque en los tipos de interés de la Fed ya tuvo su momento también hace semanas, porque era totalmente previsible, y ¿ahora qué?
Pues parece que la inercia nos seguirá llevando un poco más arriba en las bolsas americanas, al menos hasta que empiecen a publicarse los datos de resultados corporativos del próximo mes. Si son buenos, seguiremos la marcha alcista; si no lo son, podría abrirse una corrección interesante. Según las ventas de la temporada, parece que todo está saliendo bien, pero hay algunos analistas que indican que “bien” no quiere decir “muy bien” y que hay síntomas de agotamiento en el consumo navideño, como por ejemplo, con Apple y sus productos. Más que agotamiento, según lo que he leído, parece que las ventas no han roto los récords previstos en algunos productos de la temporada. Pero el mercado es sabio gracias a sus inversores y sabremos en los próximos días qué dirección tomará. Por ahora, para las tres últimas jornadas del año, trámite y volumen decreciente, lo que podría desencadenar alguna reacción rápida aprovechable par los que están aburridos de vacaciones y el trading les entretiene estos días de asueto.
En el Forex, el dólar pierde terreno frente a sus pares. Contra el euro, en 1,1882 después de haber hecho mínimo esta noche en 1,1857. Con el yen, en 113,18 viniendo desde 113,36 yenes por dólar. En cualquier caso, las opiniones consultadas lo limitan a una carrera matinal que podría terminar una vez tocado el nivel de 1,19 en el EURUSD para bajar hacia el mínimo de la noche, cerca de 1,1850.
El oro va más a su aire, en 1283,6 dólares la onza, bajando apenas un 0,05% en un rebote de último momento impulsado por la . El petróleo está de recogida, bajando el Brent un 0,42% a 66,19 dólares por barril y el WTI un 0,29% a 59,72.
Y nuestro atractivo amigo el Bitcoin, de vuelta al terreno positivo después de bajar casi un 30% la semana pasada. Ahora lo tenemos en 16.500 dólares y con perspectiva positiva, quizá buscando superar los 17.000 dentro de un rato, con estos recientes impulsos de más de 500 dólares de una tacada.
En la agenda del día, datos de trámite en Europa, las peticiones semanales de subsidio por desempleo, el PMI de Chicago y la variación en las reservas de petróleo EIA en EEUU y poco más.
Ramon Morell