El gráfico semanal: Peloton ¿otro ángel caído?
Renta 4 Banco
En una nueva semana alcista para Wall Street (S&P +3,8% en la semana) y para el Nasdaq (+3,6% en la semana) nuestro valor de la semana pasada, Robinhood, ha caído un 6,5% en las cinco sesiones, haciendo así buena la recomendación que hacíamos la semana pasada de no tomar posiciones en una compañía cuya estrategia no entendemos y que pese a la caída sigue valiendo casi veinte mil millones de dólares en Bolsa, siendo así que de momento no gana dinero.
Robinhood no ha sido el único valor del Nasdaq que ha sufrido esta semana, también lo ha hecho Peloton, la plataforma de entrenamiento en el domicilio que durante el confinamiento vio como se multiplicaban sus clientes y sus ventas.
Peloton salió a Bolsa en septiembre de 2019 y, a diferencia de Robinhood y de otras tecnológicas cuyos IPO han sido súper brillantes, sus primeros pasos en el parqué no fueron muy buenos. Sin embargo, a partir de marzo de 2020, coincidiendo con el confinamiento general provocado por el Covid, la cotización se disparó al mismo tiempo que subían muchísimo sus nuevos clientes. La solución de disponer en casa de unas máquinas que incorporaban un avanzado software y que permitían la conexión a sesiones globales de entrenamiento parecía óptima para el estilo de vida del siglo XXI.
Pero desde enero de este año, como se ve en el Gráfico adjunto, la acción no ha parado de bajar, y de hecho pierde ya el 75% en lo que va de año, tras la caída del 11,3% del jueves y la caída del 5,4% del viernes. El viernes cerró en el mínimo de las últimas 52 semanas, en medio de bajadas de su precio objetivo por parte de los analistas, que piensan que la reapertura de las economías y la vuelta de los clientes a los gimnasios son malas noticias para Peloton.
No vamos a entrar en el análisis de Peloton, aunque, igual que nos pasa en Robinhood nos sorprende que una empresa que pierde dinero valga en Bolsa doce mil quinientos millones de dólares tras la caída de este año, y haya llegado a valer, en su máximo de fines de 2020, cincuenta mil millones de dólares. Nuestra reflexión, a la vista del gráfico, es que no parece muy fiable un mercado que en tan solo un año pasa de valorar una compañía como si fuese a realmente quedarse con todo el mercado a valorarla ahora como una auténtica "perdedora". Es cierto que las vacunas han cambiado todo, permitiendo volver a los gimnasios, pero eso era ya previsible cuando los inversores valoraban Peloton tan generosamente. No es, por tanto, ninguna sorpresa, o no debería serlo.
Es difícil saber si a nivel general se están produciendo errores de valoración tan gruesos como los que se han producido en Peloton, en Robinhood o en otras compañías que se dispararon verticalmente para luego, en poco tiempo, caer de forma estrepitosa siendo así que las cosas no han cambiado en una dirección que no fuese previsible.
Tal vez la lección sea que hay que volver siempre a los fundamentales de valor, sin dejarse llevar por las modas. Una lección que suena un poco "antigua" pero que los inversores post Covid tal vez deberían recordar.