Análisis del sector bancario internacional

Sergio Ávila de IG

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Capitalbolsa | 23 ago, 2021

Para poder analizar el sectorial bancario a nivel internacional debemos de tener en cuenta varias cuestiones. Tras la fuerte crisis que tuvimos a nivel mundial en 2020 con la llegada de la pandemia, donde los bancos se vieron obligados a realizar grandes provisiones por posibles insolvencias, las compañías de sectores cíclicos comenzaron a recuperarse a partir de noviembre, cuando se confirmó la noticia de que las vacunas ayudarían a reabrir las economías y por lo tanto, a salir de la mala situación económica derivada de la pandemia.

Con las reaperturas, los bancos ya no han tenido que volver a hacer más provisiones y los beneficios se han venido recuperando.

Si bien es cierto que las nuevas cepas de coronavirus son un riesgo a tener en cuenta, el mercado no lo está considerando, al menos en Europa y en EE. UU., el impacto está siendo mayoritariamente en Asia.

En EE.UU. los miembros de la Reserva Federal han venido anticipando que el tapering podría estar cada vez más cerca después del fuerte crecimiento que ha vivido la economía, aunque el mercado laboral aún no se ha recuperado a niveles pre-pandémicos.

Aun así, una mayoría de economistas encuestados por Reuters consideran que la Reserva Federal anunciará en septiembre el tapering, estos expertos indicaron también que la tasa de desempleo de Estados Unidos se mantendrá por encima de su nivel previo a la pandemia durante al menos un año.

El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años de referencia retrocede hoy un 1,57% para situarse en el 1,345%. Sin embargo, si nos fijamos en el gráfico de rentabilidades, vemos como tras corregir un 50% desde los máximos de rentabilidad alcanzados a finales de marzo, ahora, nos está dejando un doble suelo, por lo que al romper el máximo entre los mínimos, el escenario más probable es la continuación del rebote en términos de rentabilidad, el objetivo mínimo teórico ahora se situaría en el 1,505%.

Este podría ser el inicio de un proceso alcista en las rentabilidades de los bonos, que vendría claramente de la mano de un tapering por parte de la Fed y con la esperanza de que eso conllevase un aumento de los tipos de interés en el futuro.

Ahora mismo, los futuros sobre fondos federales descuentan que la primera subida de tipos de interés tendrá lugar en diciembre de 2022 o a principios de 2023, por lo que el tapering debería empezar con bastante tiempo de antelación.

Una superación del 1,53% en las rentabilidades de los bonos confirmaría que la corrección ya habría llegado a su fin y con ello, aumentarían las probabilidades de una vuelta a los máximos.

Un escenario de crecimiento económico con tipos de interés reales crecientes es un escenario positivo para el sectorial bancario, ya que su negocio principal es prestar dinero, y cuanto mayores sean los tipos más rentabilidad obtienen.

Si bien es cierto, un aumento muy elevado (superior al 2,5%-3%) de la rentabilidad de los bonos, comenzaría a ser perjudicial para el sector debido a su que tienen en posesión carteras grandes de renta fija y a medida que aumentan las rentabilidades se reducen los precios de los bonos.

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