REPSOL, cinco pasos más allá de sus competidores, una vez más.
Alan. D. es analista londinense especializado en el sector petrolero, en particular, y en el energético, en general. Me dice que "el tiempo vuela. Todo va muy rápido en lo social, político y económico. Los ciclos económicos tienen a superponerse.
En esta carrera endiablada, que afecta a todos los sectores económico globales, el factor tecnológico es el que va en cabeza. Detrás, el resto. Unos más distanciados que otros. Una gran carrera en busca del desarrollo potencial de nuevas áreas económicas, que afecta a las petroleras, energéticas, bancos y telecos. Pero hablo de lo que conozco: del sector petrolero. El mundo, por fortuna, camina hacia estadios medioambientales más limpios, más sanos, aunque hay superpotencias como China y EE UU, que no son ejemplo de ello. Todos queremos menos elementos contaminantes. Por eso, la energía limpia (el sol, el mar, el viento...) acapara más seguidores y reúne a un número mayor de empresas dispuestas a entrar en este segmento. Las cosas, no obstante, llevan su ritmo: no podemos prescindir súbitamente del petróleo y sus derivados ni fuentes de generación de electricidad. La clave está en abarcarlo todo con dirección a una energía más limpia y eficaz..." (Leer más)