Porqué los minoristas deberían rechazar la OPA sobre Vueling
Mucho se ha hablado estos últimos días de Vueling y la
OPA competitiva que ha comunicado International Airlines Group (British Airways + Iberia) sobre la
aerolínea catalana. Apuntar que IAG es el principal accionista de Vueling, con un 45,85%, y su
intención es controlar la totalidad del capital social pagando 7 euros por acción en efectivo.
Así pues, se valoraría la empresa en 209
millones de euros. Para valorar la oferta sería interesante conocer la situación del negocio y sus
perspectivas de futuro así como la salud de sus estados contables.
En primer lugar, recordar que Vueling se fusionó con Clickair (low cost de Iberia), siendo la estrategia de esta última para entrar en su capital y en el consejo de administración. Así pues, Iberia se aseguró influir en las decisiones de estrategia de una de sus competidores. En segundo lugar, el negocio de Vueling se centra en el "quality low cost" con destinos múltiples a Europa y norte de África posicionándose como seria alternativa "business" en destinos como Londres, Frankfurt o Roma.
Además su apuesta clara por el aeropuerto del Prat juntamente con la desaparición de Spanair ha supuesto un incremento de pasajeros en los últimos trimestres del 30% en términos interanuales de media en el aeropuerto de Barcelona. Como se ha dicho anteriormente, su posición en el mercado continental es preferente siendo la primera compañía en aeropuertos como Barcelona y Bilbao (market share del 30%) y la tercera en Paris Orly o Roma Fiumicino.
Analizando los estados
financieros de la compañía, sus beneficios presentados el 7 de noviembre (un día antes de conocer la
OPA) fueron de 41,3 millones durante los nueve primeros meses del año. El resultado fue valorado
positivamente por los inversores al incrementarse un 93% respecto el mismo periodo del año anterior,
aunque ese mismo día la acción cayó más de un 5%. A pesar de los incrementos del precio del petróleo
y de la evolución del EURUSD, la aerolínea ha sabido controlar los costes y al mismo tiempo aportar
valor a los clientes. Con todo esto, se espera un crecimiento de dos dígitos en el año 2013 así como
un beneficios de 17 millones de euros para el presente 2012 y 22 millones para 2013.
En este sentido, un punto a favor es el hecho que el free cash flow se ha situado en más de 252 millones de euros situando un nivel de activo corriente de alta líquidez entre tesorería e inversiones financieras a corto plazo de 450 millones. Este solo volumen es mucho más elevado que el importe al que valora IAG la compañía. En efecto, a un precio de 7 euros por acción se valora la empresa en 209 millones de euros y al adquirir el 54,15% que le falta a IAG el desembolso sería de 113,3 millones de euros. La verdad es que se plantea una situación paradójica, pero lo que si queda claro es que la valoración correcta de la aerolínea se sitúa muy por encima de los 7 euros ofrecidos.
Otro argumento
a favor de dicha infravaloración es el precio objetivo por descuento de flujos que se desprende.
Fijando una tasa de crecimiento de dos dígitos (el incremento de ingresos ha sido del 20%) pero a la
vez una tasa de descuento también elevada el precio quedaría entre los 14 y 16 euros. Lo que está
claro es que con la valoración de Iberia se aplica una tasa de crecimiento del 10% y con una tasa de
descuento (prima de riesgo) del 20,52%.
En conclusión, haciendo una
valoración global de perspectivas de negocio y situación financiera, se presupone que la gran
beneficiada sería la empresa ofertante como así se desprende de la negativa a la oferta de los tres
principales accionistas como Blackrock.
Si somos objetivos y
racionales, y si IAG quiere realmente aportar valor al accionista minoritario, IAG debería
lanzar una nueva oferta de compra a precios que deberían estar cerca de los 12 euros por
acción. Se recuerda que Vueling empezó a cotizar en el parqué bursátil el 28 de noviembre
de 2006 a un precio de 30 euros.
Como podemos observar la cotización
actual ya refleja un no de los accionistas minoritarios a estos precios.
"La mercadona del aire" vale mucho más
Marc Barberà. Profesor Economía Aplicada URV