Santiago Niño Becerra
Hemos empezado la etapa de la escasez
Me dice una amiga en un
mail:
"()El otro día caí en la cuenta de que he pasado (en los últimos dos años y medio) de
la incredulidad, después al pánico, luego al no querer mirar y ahora a la aceptación de una vida muy
austera y dura.
¿Cuanto nos queda para seguir cayendo y por fin
remontar?"
Le respondo:"No sé si te has
apercibido que eso de lo que te has dado cuenta es el proceso habitual que sigue una persona a la
que se le detecta un cáncer: ahora la sociedad se halla en la fase de asunción de la
enfermedad.
¿Seguir cómo?. ¿Volver a qué?. Nunca las cosas serán como fueron porque jamás las
capacidades de endeudamiento volverán a alcanzar los volúmenes que alcanzaron por lo que los niveles
de consumo no crecerán lo que crecieron, y por ello el crecimiento no será nunca como fue. Pienso
que hemos comenzado una fase de escasez que va a ser larga porque los recursos no son ilimitados, en
consecuencia la estabilidad llegará, pero en la parte baja. Habrá zonas líderes en procesos
productivos que tendrán más posibilidades, pero pienso que aquellas falsas alegrías gratuitas no van
a volver. Históricamente este tipo de crisis han tenido una duración de entre diez y doce
años".
Se da otra circunstancia: las expectativas. Cuando tras la Depresión se puso en marcha
el modelo que ahora está dando los últimos estertores, las expectativas eran crecientes porque mucho
estaba por hacer y se creía que los límites estaban en el cielo. Ahora se sabe que los límites están
a la vuelta de la esquina y que tenemos excesos de capacidad productiva en todas partes. Llegará la
estabilidad, ¡claro!, pero las expectativas son tristes: no puede esperarse una mejora como
entonces: será un dejar de caer para llegar a un equilibrio en la escasez.
La misma amiga me
escribió unos días después:
"Sí, en los países pobres suerte hay del núcleo familiar (supongo
que el propio concepto familiar surge de la escasez) aunque, como alguna vez te he comentado, lo que
es difícil es pensar en continuar esa familia en un futuro si no hay recursos (a mi madre la
acribillan cada día para saber si mi hermana o yo la vamos a hacer abuela, creo que a ella le haría
ilusión, pero nosotras no vemos cómo podríamos mantener a nuestros hijos y la verdad es que si en
algún milímetro de nuestro ADN teníamos presente el tema reproductivo o el reloj biológico, de
momento, lo descartamos... hasta que haya brotes verdes o rayos de luz )
En cuanto a
los mensajes que se envían, sí que lo veo, la gente demanda, exige "crecimiento" y los políticos no
se atreven a decir que no va a haberlo porque tienen miedo de perder el poco margen que les queda,
aunque mientras vaya pasando el tiempo y la gente vea que no se puede crecer no sé dónde van a
acabar ellos... la gente necesita creer en un final feliz (sea cierto o no): en un cielo o en un
paraíso, una ciencia todopoderosa, un progreso imparable, un crecimiento infinito... si no, en qué?
Necesitan crear una mito para que la gente reme hacia allí, no les pueden decir que "la fiesta se ha
acabado", porque la mayoría no quieren creerlo, lo veo cada día cuando hablo con gente y gente
informada... piensan que va a surgir algo que nos va a salvar y eso les ayuda a vivir. Por suerte, o
por desgracia, yo siempre he necesitado creer en algo de más allá porque con lo que me ofrecían
aquí, no tenía suficiente, ni cuando las cosas iban bien".
Se dice que el ejemplo de España
es Irlanda. Pienso que no. Por un lado, cuando en Irlanda pasó lo que pasó el Estado irlandés
garantizó la totalidad de los activos de la banca irlandesa, cosa que en España no ha sucedido; por
otro, en Irlanda y en términos proporcionales, los niveles de inversión extranjera en economía
financiera, pero sobre todo en economía real, eran y son muy superiores a los españoles; y como
colofón, el nivel de movilidad potencial de la población irlandesa no tiene nada que ver con el de
la española. Pienso que el ejemplo de España es Portugal: una economía que no crece, que tiene
escasas vías para hacerlo y que cuenta con unas muy limitadas posibilidades de atraer
actividad.
Existe otra diferencia fundamental con Irlanda ya comentada pero intencionada y
reiteradamente olvidada. El exTigre Celta lo fue porque contaba con áreas potentes -artificialmente
potentes, dependientemente potentes-, áreas centradas en localidades concretas: Dublin, Limerick y
Cork fundamentalmente, el resto del país estaba a años luz de esas zonas, y no pasaba nada porque
todo el mundo tenía claro y sigue teniendo claro que hay que potenciar esas áreas, y eso no está
sucediendo en España a pesar de que, por ejemplo, gran parte de las tan supernecesarias
exportaciones españolas las generan dos regiones.
Lo dicho: pienso que no Irlanda, Portugal
es nuestro ejemplo.
Miles de muertos más allá y cientos de miles de millones de dólares
después la OTAN se va a ir de Afganistán. ¿Recuerdan lo que sucedió con la vietnamización?. Lo de
Afganistán ya empezó mal con la URSS, y continuó igual de mal con el tándem USA - NATO. Corre una
historia por los recovecos de Inet que cuenta las razones de este bluf: el plan de llevar petróleo
ruso a China a través de un oleoducto que cruzaba Afganistán y que tenían que construir compañías
estadounidenses. Al final todo se torció y ya han visto. Para la Historia queda, otra vez, una
enseñanza: nadie, jamás, ha conseguido dominar a ese conjunto de tribus que forman una entidad
jurídico administrativa que hoy se ha denominado 'Afganistán'; a ver si ahora no se
olvida.
Ojo. Pienso que se está abusando de utilizar el ejemplo de la recesión que vivió la
economía sueca en 1990, de entrada porque la recesión vivida por Suecia pienso que no se parece en
nada a lo que hoy está ocurriendo a nivel planetario.
Primero, 1990 no tiene nada que ver con
ninguno de los años posteriores a 2007 porque en 1990 nada estaba agotado y hoy están agotadas
demasiadas cosas; segundo, porque aquello fue un tema puntual que afectó a los países escandinavos
en general y a Suecia en particular y esto está afectando, a la vez, hasta al último rincón del
planeta; tercero, porque aquello fue una recesión y se disponían de herramientas en el cajón que se
sabía iban a funcionar y lo de ahora es una crisis sistémica y todas las herramientas con las que se
cuenta son inoperantes; cuarto porque a principios de los 90 había expectativas dentro del modelo y
hoy, tras cinco años de ir a la deriva, no las hay; y quinto, porque la distancia que ayer existía
entre Suecia y España, por ejemplo, era enorme, y hoy, aunque sigue siendo enorme, a la vez, se ha
reducido a nada, son paradojas de una cosa denominada 'globalización' que puede tener mucho de
física cuántica, y que hasta ahora habíamos estado utilizando sin entender suficientemente su
funcionamiento.
Santiago
Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon
Llull.
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