BBVA estima que las ventas de viviendas subirán un 7% en 2018, con alzas de los precios del 5%
Actualizado : 16:31
BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad financiera, estima que el sector inmobiliario seguirá con la tendencia de crecimiento en 2018, aunque con tasas más moderadas.
El sector inmobiliario creció en 2017 por cuarto año consecutivo, con un incremento de ventas residenciales que dio pie a un nuevo aumento del precio de la vivienda y a un aumento sólido del número de permisos para iniciar nuevos proyectos. El comienzo del año 2018 ha sido una prolongación del anterior, y la recuperación continúa, pero a tasas más moderadas.
Durante el pasado año, el PIB en España creció a una tasa del 3,1% respecto a 2016, un incremento que permitió crear en torno al medio millón de ocupados. Todo en un contexto de bajos tipos de interés, que han mantenido relativamente reducidos los costes de financiación, y en el que la confianza de los hogares ha logrado mantenerse en cotas históricamente elevadas. Este buen desempeño de la economía española se vio favorecido por un mayor crecimiento, al esperado hace tres meses, de la economía global y, especialmente, de la europea.
El buen tono económico favoreció el desempeño del mercado inmobiliario en 2017. Todo ello a pesar del clima de incertidumbre, en parte derivado de la situación política en Cataluña. De hecho, el impacto de esta incertidumbre en el sector ha sido limitado, teniendo en cuenta que la contracción observada en algunas regiones se compensó por datos más favorables en otras. En particular, el mercado catalán fue uno en los que más se notó la desaceleración en el 4T17, si bien, ya en trimestres anteriores se había notado cierta debilidad.
El año concluyó con la venta de unas 530.000 viviendas, algo más a lo inicialmente esperado en la estimación del mes de enero, y con la firma de más de 80.000 visados, ligeramente por encima de lo esperado entonces también. Por su parte, la vivienda continuó revalorizándose en España. Pero la evolución fue muy diferente por regiones, con un mayor dinamismo en algunas de las comunidades autónomas que no habían tenido gran protagonismo en el inicio de la recuperación. En cualquier caso, tal y como muestran los indicadores municipales, los mercados más atractivos siguen localizándose en el eje mediterráneo, en los dos archipiélagos y en Madrid. A su vez, se observa, por primera vez tras diez años de caídas o leves incrementos, un resurgimiento de la compra de viviendas en provincias diferentes a la de residencia, lo que se puede aproximar a un impulso de la segunda residencia. Algo que podría deberse, en parte, a decisiones de inversión de los hogares dados los bajos tipos de interés existentes.
Hacia adelante, se espera que el sector continúe creciendo. La demanda lo hará a tasas más moderadas, tal y como corresponde a un mercado que va dejando atrás la intensa corrección sufrida, en el que el nivel de ventas ha superado las 530.000 operaciones, el 73% más que en 2013. El apetito por vivienda nueva seguirá propiciando aumentos relevantes en la actividad constructora. Y el dinamismo de la demanda y el cada vez más reducido inventario de vivienda nueva favorecerán revalorizaciones de la vivienda. Todo ello en un contexto en el que se estima que la coyuntura económica repercutirá positivamente en el crecimiento de la población española y, por tanto, en la futura demanda residencial. Además, dadas expectativas positivas de crecimiento de la economía europea y de bajos tipos de interés en el medio plazo, tanto la demanda de extranjeros como la de inversión seguirán dinamizando el mercado residencial español. Con ello se espera que en 2018 la venta de viviendas alcance las 570.000 operaciones, los visados para construir nuevas viviendas se eleven hasta los 93.000 y los precios crezcan en torno al 5%.
El informe se divide en tres bloques diferenciados. En primer lugar se expone la situación de la coyuntura inmobiliaria hasta la fecha. En segundo lugar se presentan las previsiones del sector. Y, por último, se presenta un análisis de la demanda potencial de vivienda en base a diferentes escenarios demográficos teniendo en cuenta distintas estimaciones de las tasas de jefatura futuras y distinta intensidad de llegada de población inmigrante a España.