Nuevos alimentos elaborados con harinas comestibles de insectos
Una investigación abre las puertas hacia el uso de los insectos comestibles para fabricar de manera sostenible harinas de interés en la industria alimentaria y con un importante valor nutricional así como buenas propiedades tecnofuncionales y fisiológicas.
Los resultados de este estudio demuestran que las harinas de escarabajos, orugas, hormigas, langostas y grillos son una fuente saludable de proteína, ejerciendo un impacto positivo sobre las propiedades funcionales y sensoriales de los alimentos, y con un papel potencial en la prevención de enfermedades asociadas a la hiperglucemia y la hiperlipidemia.
Los investigadores, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en España, llegaron a estas conclusiones tras evaluar —por un lado— la composición nutricional y las propiedades tecnofuncionales y fisiológicas in vitro de harinas elaboradas con seis especies de insectos diferentes, y —por otro lado— la viabilidad sensorial de incluir estas harinas en productos de panadería.