Este es el arma que puede hacer ganar la guerra a Ucrania
"La noticia del día tiene que ver con el posible envío, de cara a la próxima primavera, de municiones Ground-Launched Small Diameter Bomb (GLSDB) a Ucrania por parte de los Estados Unidos. Estos ingenios, que pueden lanzarse desde los HIMARS, M270 y MARS 2, son bombas planeadoras propulsadas por cohete. Es decir, que son una suerte de evolución de los cohetes, a medio camino entre estos y los misiles, pero con varias ventajas sobre los ATACMS:
- Su tamaño es mucho menor, lo que permite que en lugar de un cohete por módulo, se transporten seis, como en el caso de los GMLRS.
- Su precisión es igualmente envidiable, pero su trayectoria mucho más impredecible para los sistemas antiaéreos.
- Permite controlar la escalada, ya que no viola ninguna de las líneas rojas trazadas por Rusia.
Por lo demás, sus 160 kilómetros de alcance permitirían, al menos sobre el papel, alcanzar todos los segundos y terceros escalones rusos que, en algunos casos, ahora quedan o al límite del alcance o fuera del alcance de los GMLRS, al igual que ocurre con algunas de las GLOC (líneas terrestres de comunicación) rusas. Estas, especialmente en el caso de la región de Zaporiyia, todavía están a salvo de los HIMARS y sus hermanos, de ahí que Ucrania insista en la necesidad de ATACMS, armas mucho más voluminosas, caras y que hacen imposible ser igual de quirúrgicos debido a su cabeza de guerra.
En cualquier caso, es una decisión que los Estados Unidos tendrán todavía que valorar y que, de tomarse, no llevaría a Ucrania a recibir las GLSDB hasta primavera, precisamente cuando se espera que Rusia reanude los ataques a gran escala especialmente en la zona de Pavlivka y Vuhledar. De recibirse, dificultarían sobremanera que los ataques rusos fuesen efectivos.
Hay que tener en cuenta que desde la llegada de los HIMARS, el Ejército ruso se ha adaptado a esta amenaza creando puntos de abastecimiento más pequeños y separados entre sí y descargando el grueso de los suministros en puntos más alejados del frente. De esta forma, si los nuevos cohetes llegan, podrán alcanzar dichas estaciones, lo que planteará un pequeño dilema, pues en algunos casos están en territorio ruso.