No es fácil escapar de lo que estamos viviendo ahora: una trampa de deuda global
Carlos Montero
Uno de los grandes misterios de la economía mundial es por qué, aunque la inflación está regresando con fuerza, las tasas de interés a largo plazo apenas se han movido en los últimos meses.
Hasta ahora, los analistas han explicado este extraño comportamiento del mercado como un síntoma de la pandemia, impulsado por el temor a otro aumento de casos, o compras masivas de activos del banco central o, sobre todo, la creencia de que el pico de inflación actual es temporal. Ninguna de estas explicaciones se sostiene bien a la luz de datos recientes, pero hay una explicación que sí: el mundo está en una trampa de deuda.
Durante las últimas cuatro décadas, la deuda total se triplicó con creces hasta el 350% del producto interior bruto mundial. A medida que los bancos centrales bajaron las tasas de interés a sus mínimos recientes, el flujo de dinero barato hacia acciones, bonos y otros activos ayudó a impulsar la escala de los mercados globales del mismo tamaño que el PIB mundial a cuatro veces mayor. Ahora el mercado de bonos puede estar sintiendo que la economía global empapada de deuda e inflada de activos es tan sensible a los aumentos de tasas que cualquier aumento significativo simplemente no es sostenible.