Es momento de entrar en las Small Caps afirma Edmond de Rothschild
Edmond de Rothschild AM ha señalado este jueves que su apuesta de cara al segundo semestre del año se centra en las compañías europeas de baja capitalización ('small caps', en la jerga) por unas valoraciones que "nunca habían sido tan atractivas" y en los mercados emergentes, tanto en acciones como en bonos, en cuanto la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos inicie el ciclo de flexibilización de política monetaria.
El director de inversiones de la firma, Benjamin Melman, ha ahondado también en un encuentro telemático con los medios en que sus preferencias temáticas bursátiles se focalizan en torno a la gestión de grandes datos ('big data') y las compañías sanitarias, pues son asuntos de carácter estructural en los mercados.
En un apartado más técnico, ha señalado que hay un potencial de grandes oportunidades para obtener rendimientos adicionales en estrategias de 'carry' (compraventa de divisas), bonos de entidades financieras y bonos corporativos híbridos (combinan las características de la renta fija y la renta variable).
Eso sí, han alertado que en toda esta coyuntura mediarán eventos políticos -habida cuenta del calendario electoral en Reino Unido, Francia y Estados Unidos- que traerán volatilidad, si bien también dejarán oportunidades de inversión por el camino.
De hecho, el equipo de inversión ha citado que históricamente en Europa una crisis política ha sido casi siempre un buen punto de entrada, en tanto que han citado como ejemplo al referéndum unilateral de independencia de Cataluña en 2017.
En este momento, han argumentado también a modo de ejemplo que, en renta fija, están considerando reducir su exposición a los vencimientos largos, pero lo más tarde posible para tener en cuenta las elecciones estadounidenses.
En una panorámica más amplia, los expertos de la entidad han alegado que, pese al contexto de endurecimiento monetario de los últimos años, "todavía vivimos en un mundo lleno de liquidez", en tanto que se está produciendo una "situación perfecta para el mercado" por la conjugación de un Estados Unidos cuya economía desacelera con suavidad, una Europa que crece de manera razonable en su medida y evita la recesión y un continente asiático que está rebotando.