Es hora de invertir en adaptación climática. Hoy agua y agricultura.
Carlos Montero de La Carta de la Bolsa
Las empresas de todo el mundo se comprometen cada vez más con la mitigación del cambio climático y se comprometen a reducir las emisiones de carbono y el consumo de agua en sus operaciones y cadenas de suministro en un esfuerzo por reducir el ritmo del calentamiento global y proteger mejor los ecosistemas ambientales.
Sin embargo, si bien son esenciales, estos esfuerzos simplemente previenen un futuro peor en lugar de abordar las consecuencias inevitables del daño ya acumulado. Las compensaciones de carbono, por ejemplo, aún tienen que demostrar un impacto significativo en la atmósfera y, en la actualidad, los esfuerzos mundiales de secuestro de carbono, según se informa, solo elimina el 1% de las emisiones globales anuales.
Por lo tanto, creemos que la adaptación climática (ayudar a las personas, los animales y las plantas a sobrevivir a pesar de la creciente volatilidad del clima) debería ser una prioridad igualmente urgente. Según un informe de 2021 de la Iniciativa de Política Climática, este tipo de iniciativas reciben solo el 7% de la inversión relacionada con el clima, asignada a un amplio espectro de necesidades, como prevención de inundaciones e incendios forestales, agricultura resiliente, suministro de agua limpia, modificación de infraestructura y reasentamiento de la población. Merecen una inversión comercial mucho mayor, especialmente porque representan oportunidades a corto plazo con menores gastos de capital que ofrecen retornos de la inversión más rápidos. De hecho, según este informe de Bloomberg, Los analistas del Bank of America estiman que el mercado de la adaptación climática podría tener un valor de 2 billones de dólares al año en los próximos cinco años.