“El desacoplamiento entre Europa y EE. UU. hace pensar que el BCE bajará tipos antes que la Fed en junio”

Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía

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Capitalbolsa | 11 abr, 2024 09:35
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Las expectativas respecto a la política monetaria en Estados Unidos y la zona euro reflejan una notable divergencia en el actual entorno económico.

En Estados Unidos, a pesar de datos económicos robustos, como un informe de empleo particularmente positivo, un sector de servicios en auge y un sector inmobiliario no se está desacelerando como preveíamos, el consenso parece inclinarse hacia la mantención de los tipos de interés, al menos en el corto plazo. La Reserva Federal, al igual que el mercado, no anticipa un incremento de tipos pronto. Por lo tanto, tenemos que ir haciéndonos a la idea de que en la reunión de junio -del BCE y de la Fed- cabe la posibilidad de que sí veamos una bajada de tipos, pero no en Estados Unidos, sino en Europa.

Por otro lado, el Banco Central Europeo (BCE) se encuentra en una coyuntura distinta, con una inclinación más pronunciada hacia la reducción de tipos de interés. La anticipación del mercado apunta a junio para esta acción, sustentada en declaraciones de Christine Lagarde, quien ha señalado que se dispondrá de datos suficientes para tomar decisiones informadas. La comparecencia de Lagarde se espera con interés, con la expectativa de que proporcione indicaciones más claras sobre la dirección futura de la política monetaria del BCE, particularmente respecto a una posible reducción de tipos en junio.

Este escenario subraya un desacoplamiento entre las economías de Estados Unidos y Europa. Mientras que en Estados Unidos se observa un dinamismo económico que podría diferir las expectativas de reducción de tipos, en Europa, emergiendo de un período de estancamiento, particularmente en Alemania, se percibe una mayor disposición a recortar los tipos de interés como medida de estímulo. Este desacoplamiento, que hasta hace poco parecía improbable, refleja las distintas dinámicas macroeconómicas y los retos específicos que enfrentan ambas economías.

El posible adelanto del BCE en la reducción de tipos respecto a la Reserva Federal representa una inversión de los patrones históricos, donde tradicionalmente la Fed ha liderado en ajustes de política monetaria. Este cambio plantea interrogantes sobre los riesgos potenciales para el BCE, aunque la situación macroeconómica actual sugiere que cualquier riesgo estaría moderadamente contenido. La mayor preocupación para los mercados sería la ausencia de una reducción de tipos en junio, dado el flujo de datos económicos que apoyan esta medida. Este contexto pone de relieve la complejidad y la naturaleza cambiante de la política monetaria en un entorno económico global interconectado y diverso.

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