Las “Ballenas” se están hinchando a comprar ORO. ¿Se huelen algo?
Carlos Montero
A medida que la Reserva Federal continúa elevando su tasa de referencia, algunos analistas pronosticaban una debacle para el precio del oro. Sin embargo, el rey de los metales, si bien tuvo una corrección, no ha tenido un desplome debido a que la demanda física sigue siendo extremadamente alta.
Puede que el precio en el mercado de futuros influya en el precio en lo inmediato. No obstante, en el mediano y largo plazos es la demanda física en el mercado real del oro la que determina su tendencia alcista mayor. Esto se vuelve más relevante porque la “escasez” de oro físico en todo el mundo está siendo alentada por el apetito voraz por ese metal de parte de los países asiáticos. Pero revisemos los números.
Según el Consejo Mundial del Oro (WGC), los bancos centrales en su conjunto compraron 399 toneladas de lingotes en el tercer trimestre de este año, casi el doble del récord anterior. Sin embargo, menos de una cuarta parte fue a parar a instituciones públicas que abiertamente revelan sus tenencias, lo que genera especulaciones sobre quiénes son los misteriosos grandes compradores anónimos o “ballenas” que se han quedado con las otras 300 toneladas de oro.