El gráfico semanal: La Fed dispara el oro y el Bitcoin

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Capitalbolsa | 23 sep, 2024 14:25
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El indicador de volatilidad del S&P, el índice VIX, al que dedicábamos nuestra sección el pasado lunes, ha bajado un 2,5% en las últimas cinco sesiones y cerró el viernes en 16,15 puntos, es decir, claramente por debajo de 20, lo que significa que los inversores se han recuperado casi totalmente del susto de principios de agosto, que provocó un repunte del VIX nada más y nada menos que hasta los 65 puntos que llegó a alcanzar en la sesión del lunes 5 de agosto.

Esa vuelta a la tranquilidad ha sido gracias, en gran medida, a la Fed, que el pasado miércoles decidió una bajada de los tipos de interés largamente anunciada y, además, optó por la alternativa más radical, la de bajarlos medio punto en lugar de un cuarto de punto.

Lo que han interpretado los inversores es que la Fed entra en una nueva fase de relajación monetaria poniendo fin al ciclo de endurecimiento monetario (tightening) que inició el 16 de marzo de 2022 subiendo, precisamente también medio punto, los tipos de interés de intervención.

Esa lectura ha hecho subir a las Bolsas, pero ha impulsado también al oro, cuya cotización alcanzó la semana pasada nuevos máximos históricos de todos los tiempos, cerrando el viernes los futuros en 2.646,2 dólares.

Los motivos por los que suben las Bolsas y el oro son, sin embargo, distintos, aunque tal vez no tan distintos.

Las Bolsas suben porque al bajar el precio del dinero el descuento de los flujos de beneficios futuros eleva las valoraciones. Adicionalmente, en un plano más practico, esa bajada del tipo de interés moviliza parte del dinero aparcado en el mercado monetario (se estima que solo en EE. UU. son más de seis millones de millones de dólares) hacia la Bolsa.

El oro sube porque si los Bancos Centrales van a seguir imprimiendo dinero para ayudar a la economía, el inevitable deterioro del valor de compra del dinero oficial (los dólares, los euros, las libras, los yenes, los yuanes…) hace subir al oro como dinero privado. Si además los tipos de interés bajan el coste de tener un activo como el oro que no genera rentas, es menor. Hay otros motivos, como el miedo de muchos Bancos Centrales emergentes, entre ellos el de China, a raíz de las sanciones a Rusia a tener en sus balances bonos soberanos de EE. UU. o europeos que puedan serles embargados en caso de eventual conflicto político.

En definitiva, el oro sube porque, con razón o sin ella, hay desconfianza hacia el dinero oficial y hacia su valor futuro. Y esa desconfianza hace girar la mirada hacia un activo como el oro, un activo cuya oferta no está sujeta a que los Bancos Centrales decidan imprimir más o menos cantidad. Un activo que, además, tiene detrás de sí una muy larga historia de crecimiento de valor.

La decisión de la Fed del pasado miércoles marca un antes y un después en la política monetaria. Es difícil que la Fed o el BCE vuelvan a los tiempos del "whatever it takes" de Draghi, pero ante la evidencia de que en todo caso la Fed va a tener que flexibilizar su dureza monetaria, no es extraño que el oro atraiga a los ahorradores.

Igual, por cierto, que el Bitcoin, al que algunos llaman "oro digital", un activo que también ha recibido un impulso notable estos días a raíz de la decisión de la Fed. Pero el Bitcoin y los criptoactivos requerirían un Gráfico separado, que dejamos pendiente para alguna ocasión futura.

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