El "Dr. Cobre" sugiere que no habrá recesión...pero esta vez se puede confiar menos en el doctor.

El miedo principal de los inversores en este momento es la posibilidad que EE.UU. entre en recesión económica y afecte de forma notable al mercado de valores. "Es un lastre en los pies de cada gestor a la hora de operar. Una posibilidad real que afectaría sin duda a las bolsas de todo el mundo, incluida la europea que por ahora está muy resiliente", nos comentaba hace unas horas un gestor nacional.
La opinión sobre si EE.UU. entrará en recesión o no está dividida aunque no a partes iguales. La mayoría de las casas de análisis y bancos de inversión apuestan porque la evitarán, aunque la ralentización económica será fuerte. Sin embargo, hay un indicador que no está dando señales ni de recesión ni de ralentización fuerte, como afirma el analista George Glover: Los precios del cobre. Pero Glover no está convencido de que esta vez este indicador se pueda tomar en consideración:
"Los precios del cobre suelen ser un buen indicador de recesión, pero los aranceles de Donald Trump significan que podría ser momento de dejar de darles demasiada importancia.
Este metal maleable, utilizado en todo tipo de productos, desde edificios hasta automóviles, se ha considerado durante mucho tiempo un indicador fiable del estado de la economía. Los precios altos suelen indicar que la actividad de la construcción y la manufactura está repuntando.
Así que, en circunstancias normales, las recientes fluctuaciones del precio del "Doctor Cobre" serían motivo de celebración. Los futuros para entrega en marzo cerraron el martes en un récord de 5,18 dólares por libra, superando el máximo histórico anterior establecido en mayo pasado.
Pero este repunte se debe principalmente a las políticas comerciales de Trump, más que a la creciente demanda de cables y tuberías. El presidente ha amenazado con imponer aranceles del 25 % al cobre, por lo que los comerciantes han respondido acumulando el metal antes del "Día de la Liberación", la fecha límite del 2 de abril, cuando se espera que entren en vigor muchos de los gravámenes de la Casa Blanca.
Los analistas no prevén que el aumento se prolongue mucho. "Dado que es probable que se trate principalmente de un impulso a la demanda, cabe esperar que el efecto en los precios se revierta más adelante", escribió Thu Lan Nguyen de Commerzbank en una nota a sus clientes. Añadió que es probable que la reversión sea aún más pronunciada si las políticas comerciales de Trump acaban lastrando la economía estadounidense.
El aumento repentino de los precios del cobre se produce en un momento en que los inversores temen que los aranceles puedan desencadenar un repunte de la inflación y frenar el crecimiento. La confianza del consumidor estadounidense se desplomó este mes a su nivel más bajo en más de cuatro años, según datos publicados por el Conference Board el martes.
Algunos participantes del mercado incluso están empezando a usar la temida palabra que empieza con R. Las búsquedas de «recesión» han alcanzado su máximo en varios años en Google Trends, y el número de menciones en la prensa se ha triplicado en comparación con enero, según The Wall Street Journal .
El aumento de los precios del cobre normalmente sería motivo de optimismo. Pero en la era de Trump 2.0, este repunte probablemente diga muy poco sobre la marcha de la economía."