¿Quiere ser un buen inversor? Trabaje su humildad
Carlos Montero
Los errores son la pesadilla del rendimiento de los inversores. Naturalmente, la idea de que evitar errores mejora el rendimiento es bastante simple, pero nuestro comportamiento a menudo se interpone.
Hay una razón por la que algunos de los mejores inversores de la historia suelen ser los más humildes. El orgullo es un obstáculo que los inversores deben superar antes de que ocurra una mejora. El hecho es que los humanos somos falibles. Los errores son inevitables. Los grandes lo aceptan, son críticos con los suyos cuando es necesario, aprenden lo que pueden y siguen adelante.
Con el orgullo en el camino, encontrar los errores recurrentes debería ser más fácil, ¿verdad? Pero nuevamente, otro obstáculo llamado tiempo se interpone en el camino. Rara vez se comete el mismo error una decisión tras otra hasta que se reconoce y se elimina. Y las decisiones de inversión rara vez se toman en rápida sucesión.
Existe el viejo adagio de que los mercados alcistas y bajistas están lo suficientemente separados como para que los inversores olviden cómo terminó el último. Bueno, errores similares también tienen una distancia entre ellos. Hace que sea difícil recordar la última vez que se cometió el error. Lo que puede llevar a la repetición.