¿Por qué no se mueven las Bolsas?
Juan Carlos Ureta Domingo, presidente ejecutivo Renta 4 Banco
Aunque la tercera semana de noviembre nos ha traído la novedad de ver caídas en las principales Bolsas mundiales, algo que, con alguna excepción como la de nuestro Ibex, no habíamos visto desde la primera semana de octubre, lo cierto es que los descensos semanales han sido bastante moderados, sin llegar al uno por ciento en ningún caso.
De esta forma las Bolsas prolongan la fase de muy baja volatilidad en la que se han instalado en octubre y noviembre, mes en el que los principales índices se han movido en una banda lateral muy estrecha, con sesgo ligeramente alcista en las dos primeras semanas y ligeramente bajista esta última semana. El S&P lleva ya muchas sesiones en el entorno de los 3.100 puntos, sin romper ni al alza ni a la baja, el Eurostoxx da vueltas y más vueltas alrededor de los 3.700 puntos y el Nikkei y el Dax se mueven desde hace semanas en una banda estrecha por encima, respectivamente, de los 23.000 y a los 13.000 puntos respectivamente.
La temporada de resultados, que normalmente suele dinamizar las Bolsas, no ha conseguido en esta ocasión galvanizar a los inversores. Ha habido movimientos, a veces muy bruscos, en valores concretos, como la subida que veíamos en Nordstrom el pasado viernes de casi el 11% o la caída de Tesla esa misma sesión de más del 6%, pero sin embargo, los índices apenas se han alterado por la presentación de los resultados del tercer trimestre. Tal vez porque los departamentos de relación con inversores hilan cada vez más fino a la hora de gestionar las expectativas de los mercados, y adelantan cifras muy malas de forma que luego los anuncios se reciben con cierto alivio. En este sentido, más que hablar de resultados mejores que los "estimados" habría que hablar de resultados mejores que los "temidos". La ya citada Nordstrom es un ejemplo. Sus ventas y márgenes fueron a la baja, una mala combinación, pero había ido adelantando perspectivas muy negativas, y la acción subió con fuerza al ver las cifras reales. Lo mismo pasó, aunque no subió tanto, con la también minorista Gap, que igualmente reportó sus cifras el viernes. Gap había anticipado malas cifras, y aunque los resultados no fueron brillantes, la acción subió el viernes un 4,4% al mejorar las previsiones.
Cabe preguntarse por qué las Bolsas no se mueven, y se deslizan un día sí y otro también en una perezosa y cansina rutina, con leves ajustes más al alza que a la baja, en función, normalmente, del último tuit de Trump o del último comunicado del Gobierno chino. (Leer más)