¿Por qué las subidas de tipos perjudican más en Europa?
Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión y trading eToro
SUBIDAS: El Banco Central Europeo (BCE) señaló la semana pasada que probablemente ya no subirá más los tipos de interés. Con la tasa de interés oficial en el 4,5%, y tras diez subidas, Alemania está en recesión y los PMI regionales indican contracción. Por su parte, el Banco de Inglaterra (BoE) está considerando una última subida, ya que el Reino Unido se enfrenta a una de las inflaciones más altas del mundo.
Esta situación contrasta fuertemente con la de Estados Unidos, donde los tipos han sido más altos durante más tiempo y la economía sigue siendo sólida. La transmisión de la política monetaria estadounidense se ve obstaculizada por los tipos fijos y los plazos de vencimiento más largos. Por el contrario, en el Reino Unido y Europa se ve acelerada por los mayores niveles de deuda, la dependencia de los préstamos bancarios y la deuda a tipo variable. Este telón de fondo está acelerando la desaceleración.
BANCOS: Los bancos europeos están sobredimensionados en comparación con sus economías y con Estados Unidos. Están más estrictamente regulados y mejor capitalizados que sus homólogos transatlánticos, y no sufrieron el contagio de la caída de Credit Suisse ni de la crisis bancaria estadounidense de marzo. Los préstamos bancarios representan el 80% de la financiación empresarial, mientras que el resto procede del mercado de bonos. Esta división se invierte en Estados Unidos. Los bancos llevan un año endureciendo las normas de concesión de préstamos y el 43% de las empresas se quejan de la disponibilidad de capital. Esto es más que en EE.UU. a pesar de sus tipos de interés oficiales más altos, ya que los diferenciales de los bonos se han estrechado. Además, con la menor rentabilidad de las empresas europeas y su mayor carga de deuda, son más las que dependen de la financiación eterna.
HOGARES: Los niveles de endeudamiento de los hogares británicos son superiores a los estadounidenses, mientras que los europeos son mucho más bajos (véase el gráfico). El mayor segmento de consumo son las hipotecas. A diferencia de Estados Unidos, donde lo normal es una hipoteca a tipo fijo a 30 años, en el Reino Unido y Europa hay enormes variaciones. Pero la media es un plazo más corto de 25 años, con más del 40% de estos préstamos a un tipo de interés variable. No es de extrañar que en los países escandinavos, donde los precios de la vivienda son más elevados y los tipos de interés variables más elevados, se hayan registrado las mayores caídas del precio de la vivienda, por encima de la debilidad estadounidense.