Los inversores, da igual lo que pase en el entorno, entre un brócoli y un bombón elegirán lo segundo
Carlos Montero
En el artículo de hoy y de mañana jueves, vamos a resumir una reciente entrevista realizada a Patrick Geddes, brillante académico y luego gestor, que después de su jubilación ha escrito un libro altamente recomendable para todo aquel que quiera “sobrevivir financieramente” a los mercados, “Inversión transparente:
cómo jugar en el mercado de valores sin que te la jueguen”, algo extremadamente útil en el tumultuoso escenario en el que nos estamos moviendo hoy en día. Veamos:
RP: Patrick, has estado planeando escribir este libro durante mucho tiempo. ¿Qué buscabas lograr?
PG: Principalmente quería brindarles a los inversionistas consejos prácticos basados en todas las investigaciones sobre finanzas conductuales de los últimos 20 o 30 años, lo que realmente ha cambiado la forma en que pensamos acerca de las inversiones. No somos tan racionales como solíamos pretender que éramos. He combinado eso con un ángulo de defensa del consumidor: ¡los inversores deben tener cuidado al tratar con la industria!
Así que la premisa básica es que tienes dos strikes en tu contra como inversionista. Uno es la evolución del cerebro y la forma en que nuestros cerebros están conectados para tomar malas decisiones de inversión; la segunda es que tenemos una industria que es muy consciente de esas brechas y fallas y le gusta capitalizarlas. Lo comparo con la industria alimentaria. Nuestros cerebros están codificados para desear alimentos dulces y grasosos porque eso es lo que nos ayudó a sobrevivir hace 200 000 años. Pero en el mundo de hoy eso en realidad conduce a un comportamiento bastante poco saludable. Exactamente lo mismo se aplica en la inversión.