Los gurús hablan: "Esto no es 2008, pero las cuestiones bancarias que han salido a la luz esta semana son incómodas"
Bryan Dingle, CFA, gestor de carteras senior de Federated Hermes || John Gentry, CFA, director de renta fija corporativa
Los rápidos cambios en el sector bancario mundial están provocando una gran inquietud en los mercados, pero sugerimos cautela a la hora de establecer paralelismos con 2007-2008, cuando las condiciones crediticias subyacentes –préstamos inmobiliarios dudosos, caída de los precios de la vivienda, demasiado apalancamiento dentro de estructuras ilíquidas, etc.– dieron lugar a la crisis financiera mundial. Esta vez, los mercados se enfrentan a un desajuste entre activos y pasivos, problemático sin duda, pero, al menos por ahora, no sistémico más allá de casos idiosincrásicos, como el Silicon Valley Bank.
El próximo 22 de marzo acaba la reunión de la Fed y el 31 de marzo termina el trimestre. En este tenso entorno, las antenas del mercado están muy pendientes de cualquier indicio de problemas adicionales, por lo que la posibilidad de que se produzcan valoraciones erróneas es elevada.
Aunque el banco central suizo anunció a última hora de ayer que intervendría en apoyo de Credit Suisse en caso necesario, revirtiendo en parte una amplia liquidación de acciones bancarias, la evolución de los precios sigue siendo volátil, ya que los mercados están clasificando el flujo de información que cambia rápidamente, que no sólo podría afectar a la salud financiera de las empresas, sino también a la trayectoria de la política de tipos de interés de la Reserva Federal. En el momento de escribir estas líneas, los futuros de la Fed están divididos al 50% entre que se mantenga estable la semana que viene o que suba el tipo de interés objetivo de los fondos un cuarto de punto. Mientras esperamos a que se calmen los ánimos, mantenemos nuestras carteras de renta fija en una posición defensiva.