"Los estruendos no terminan con los mercados alcistas. Los quejidos, sí"
Momentos para comprar? ¿para esperar? El miedo se corta con un cuchillo. En las últimas horas han aparecido multitud de informaciones comparativas de fenómenos similares al que viven los mercados inducidos por el coronavirur. Ninguna crisis es igual. Esta tampoco ¿Qué hacer?
Los sabios dicen que la profundidad del mercado detecta problemas más allá del coronavirus. Leí hace unos meses un tuiter de @TomeuRamon que me sobrecogió. Es una cita de Ken Fisher: “Los mercados alcistas terminan con un quejido, no con un estruendo. No se desploman rápidamente. Empiezan a desvanecerse paulatinamente y desaparecen sin ruído. Los mercados bajistas empiezan silenciosamente y engañan a muchos con la calma previa a la tormenta”. Y esta frase, espléndida, llena de contenido, me recuerda a la pérdida de mi primer amor, cuando yo era adolescente y, en términos de Bolsa, que es lo de que se trata, dejo atrás la melancolía, a lo que siempre han dicho los sabios acerca de la llegada de los cisnes negros a los mercados o a los hundimientos súbitos, al crash. Nunca se produce un crash anunciado. Nunca se atisba en el cielo el vuelo de un cisne negro. Son días de debates intensos sobre el devenir de los mercados, sobre el empeoramiento de las condiciones geopolíticas y de los indicios, cada vez más evidentes, de la desacelaración económica global, que no tienen por qué terminar en recesión..."