Los 'espíritus animales' hacen olvidar los malos datos
Juan Carlos Ureta Domingo, presidente ejecutivo Renta 4 Banco
Tras la espectacular subida de la semana anterior, y en medio de una economía paralizada por el confinamiento global, las Bolsas americanas han vuelto a subir esta semana, llevando al Dow Jones a recuperar los 24.000 puntos y a protagonizar sus mejores dos semanas seguidas desde los años treinta del pasado siglo, una época también, por cierto, llena de incertidumbres económicas. El S&P no le ha ido a la zaga, con su subida semanal del 3% pero la gran estrella ha sido, una vez más, el Nasdaq, con una subida semanal del 6% que se añade a la del 10,6% de la semana previa.
Sin duda surge la pregunta de por qué las Bolsas suben con esta alegría cuando más de veintidós millones de americanos han perdido su empleo en el último mes, cuando el FMI pronosticó el pasado jueves una recesión global que llevará a la economía a su mayor desplome desde la Gran Depresión del pasado siglo, cuando China ha sufrido una caída de su PIB del 6,8% en el primer trimestre, su primera caída desde que se comenzó a publicar la serie histórica en 1992, y cuando, finalmente, los resultados empresariales del primer trimestre que se han empezado a publicar estos días muestran un deterioro mayor de lo que se pensaba. Cuando, en definitiva, el mundo está sufriendo eso que el Fondo Monetario Internacional llama el "gran confinamiento".
Los datos, efectivamente, confirman los peores escenarios. Las ventas minoristas de marzo en Estados Unidos, publicadas el miércoles pasado, cayeron un 8,7%, por encima del 8% estimado por los analistas. El índice de manufacturas de Nueva York, que se publicó también el miércoles, cayó en marzo un 78,2%, la mayor caída de toda su historia, superando a la Gran Depresión. En la crisis financiera de 2008 la peor lectura fue -34.3%. El desempleo semanal fue peor de lo esperado, con cinco millones doscientos cuarenta y cinco mil nuevos parados, frente a los cinco millones estimados, lo que no impidió al S&P subir tras la noticia.
Por el lado de los resultados, la gran banca americana ha visto hundirse sus beneficios en el primer trimestre y las fuertes provisiones realizadas no anticipan nada bueno. En concreto, Citi ganó un 46% menos que el pasado año, Wells Fargo un 89% menos, JP Morgan un 69% menos, Goldman un 46% y Morgan Stanley un 30% menos, dotando todos fuertes provisiones, ante el temor de un auge de la morosidad o de un deterioro mucho mayor de los activos de sus balances.