Gráfico de la semana: El problema con China y su impacto en las acciones mundiales
Las acciones chinas se están derrumbando, y eso es un gran problema porque los catalizadores detrás de este movimiento son inmensamente importantes para los mercados globales y la economía global. En primer lugar, en términos de lo que ha sucedido, las acciones A de China han perdido su línea de tendencia alcista a largo plazo (los gráficos también señalarán un patrón aparente de máximo de cabeza y hombros).
Cuando se trata de análisis técnico, cuanto mayor es el periodo de observación, más significativo es un determinado desarrollo. Por eso, cuando se rompe una línea de soporte tan antigua como esta, hay que prestar mucha atención.
En cuanto al por qué, la economía de China se enfrenta actualmente a múltiples desafíos: el mercado inmobiliario se encuentra en una recesión arraigada de más de dos años, el comercio y la manufactura globales están en recesión (gracias en parte al ciclo de inventarios pospandemia), el crecimiento sigue en una desaceleración estructural, y la confianza del consumidor está deprimida.
Normalmente esas malas noticias serían buenas, pero el juego ha cambiado.
En el pasado, semejante telón de fondo significaría un gran estímulo, pero esta vez el gobierno ha optado por un enfoque más mesurado e incremental, prefiriendo intentar desinflar las burbujas pasadas en lugar de soplar otras nuevas.
Dada la falta de un estímulo salvador, los beneficios/macro están escribiendo el guión para las acciones y por eso vemos el actual colapso técnico.
Además de ser malas noticias para las acciones, son malas noticias para la economía global, ya que China mira hacia adentro y se centra en la reestructuración frente a la reflación. Por eso hablo de China como un comodín clave en los riesgos macroeconómicos para 2024, es decir, los escenarios límite de recesión y deflación frente a reaceleración e inflación. Si China estimula es lo segundo, si China se estanca es lo primero. Por ahora, los mercados nos dicen que vamos por buen camino hacia lo primero.
En 2024, macro y mercados, el año del dragón, no pierdas de vista a China.