Este economista desvela la fecha en la que estallará la burbuja financiera en la renta variable
Wall Street ha sufrido volatilidad en los últimos tiempos. El índice CBOE VIX, que mide la volatilidad del índice S&P 500 esperado, aumentó a su nivel más alto desde abril, después de que la venta salvaje de acciones tecnológicas de gran capitalización sacudiera a los inversores.
Se habló mucho de una gran rotación hacia empresas más pequeñas que podrían beneficiarse de tasas de interés más bajas y de una economía aún saludable, una medida financiada por un supuesto entusiasmo menguante por las acciones vinculadas a la IA.
Sin embargo, John Higgins, economista jefe de mercados de Capital Economics, dice que esta última narrativa no prevalecerá por mucho tiempo.
“En nuestra opinión, otra rotación sostenida y sustancial [hacia las empresas de pequeña capitalización] no comenzará hasta poco antes de que estalle la burbuja del mercado de valores. Y nuestra hipótesis de base es que la burbuja no estallará hasta 2026”, afirma Higgins en una nueva nota.
Considera que, al igual que ocurrió con la burbuja puntocom a principios del milenio, “la IA es otra tecnología transformadora, cuyos beneficios los inversores seguirán intentando cristalizar desde el principio”.
En consecuencia, Higgins prevé que el S&P 500 subirá a 7.000 puntos para finales de 2025, a medida que la burbuja se reactive, y que el índice entonces tendrá una relación precio-beneficio en los próximos doce meses de 25, comparable al pico de la era puntocom.
La relación precio-beneficio a futuro actual del S&P 500 es de alrededor de 21, lo que sugiere que será la expansión de la valoración la que impulsará gran parte de las ganancias.
Eso dificulta la vida a los gestores de fondos centrados en el valor y el flujo de caja, como Distillate Capital, con sede en Chicago, que en una carta de actualización del segundo trimestre de 2024 a los inversores, acepta que su estrategia ha dejado a algunos de sus fondos rezagados respecto del mercado en 2024.
Distillate también considera que el entorno actual recuerda al de finales de los años 90, pero por eso “creemos que es fundamental mantener la disciplina en la valoración”.
Al gestor de fondos le gusta utilizar el rendimiento del flujo de caja libre como indicador de valoración porque, como subraya en su sitio web, ayuda a “evitar distorsiones contables que creemos que han hecho que muchas métricas tradicionales sean menos relevantes en un mundo cada vez más limitado en activos”.
Pero la valoración por sí sola no es útil para predecir los retornos del mercado de valores en el corto plazo, reconoce Distillate.
Pero cuando ese rendimiento del flujo de efectivo libre se grafica frente al rendimiento del mercado de valores a 10 años vista, podemos ver que la relación es bastante fuerte.
“Si bien los resultados de un año parecen aleatorios y la valoración del flujo de caja libre parece en gran medida irrelevante para la dirección del mercado, el precio pagado tiene enormes consecuencias para los retornos a largo plazo”, afirma Distillate.
Distillate señala que el rendimiento actual del S&P 500, del 3,3%, se ubica en el percentil 14 en los aproximadamente 40 años de historia de los datos. “Dicho de otra manera, el mercado en general ha sido menos costoso de lo que es actualmente el 86% del tiempo”, afirman.