El valor intrínseco de Bitcoin no es cero

Juan Ramón Rallo

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 19 dic, 2017 16:39 - Actualizado: 08:46
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¿Cuál es el precio justo o razonable de Bitcoin? La pregunta debería ser fácil de responder: el valor intrínseco (o fundamental) de cualquier activo financiero surge de descontar al presente sus flujos de caja futuros. Si, por ejemplo, esperamos que un bono nos pague 1.000 euros anuales durante los próximos 10 años, su precio razonable será el valor equivalente, a fecha de hoy, de esas entradas anuales de 1.000 euros durante la próxima década (verbigracia, si usamos un tipo de interés del 2% como factor de descuento, el precio justo de ese bono sería de 8.982 euros).

Sin embargo, con Bitcoin no podemos aplicar esta regla por una sencilla razón: Bitcoin carece de flujos de caja futuros. Al igual que le sucede al oro, no promete entregar nada a su propietario: la única razón por la que se lo demanda hoy es para revenderlo más adelante. En apariencia, pues, estamos ante la receta perfecta para la creación de burbuja de expectativas autoalimentadas: compro hoy esperando que suba de precio mañana y los incrementos de precio actuales reafirman mi expectativa de que mañana seguirá subiendo de precio. Por esta razón, de hecho, algunos economistas sostienen que el precio razonable de Bitcoin es cero (por ejemplo, Eric Tymoigne, adscrito a la poco rigurosa corriente de la Teoría Monetaria Moderna).

El problema de esta explicación es el de equiparar dos proposiciones que parecen idénticas pero que están lejos de serlo: en particular, que “Bitcoin carezca de flujos de caja” no debería asimilarse a que “Bitcoin carezca de utilidad”. Precisamente, Bitcoin puede proporcionarle utilidad a su tenedor por la facilidad de revenderlo en el futuro con costes de transacción mucho más bajos que los de otros activos.

Echando mano de Keynes (de su famoso capítulo 17 en La Teoría General), recordemos que todo activo puede proporcionar dos tipos de ventajas a sus tenedores: por un lado, un retorno explícito (por ejemplo, flujos de caja) y, por otro, un retorno implícito en forma de servicios de liquidez (la utilidad vinculada a su disponibilidad inmediata). Los activos monetarios suelen proporcionar un retorno explícito cercano a cero (en ocasiones, incluso negativo, como sucede ahora mismo con las letras del Tesoro alemanas) pero un considerable retorno implícito en forma de liquidez para efectuar intercambios minimizando los costes de transacción. Ese es el motivo que lleva a los agentes económicos a mantener parte de su patrimonio en forma de activos monetarios: están dispuestos a renunciar a los retornos explícitos que les proporcionan los activos financieros a cambio de disfrutar del retorno implícito en forma de liquidez que les proporcionan los activos monetarios... Leer Más

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