El CEO de BlackRock, Larry Fink, ve potencial de un "Gran Shock" derivado de la inflación

La preocupación por una mayor inflación ya se ha filtrado en los mercados estadounidenses con el aumento del costo de los bienes, incluida la madera y el acero, este año. Fink comenzó su carrera en First Boston Corp. en 1976, en un período de elevada inflación. El índice de precios al consumidor de EE.UU. tocó un máximo del 14,8% en marzo de 1980.

Fink, que ahora dirige el administrador de activos más grande del mundo, agregó que los bancos centrales pueden tener que reevaluar sus políticas si los precios más altos se vuelven una preocupación. La Reserva Federal se ha comprometido a mantener las tasas cercanas a cero en el corto plazo y ha indicado que tolerará la inflación por encima de su objetivo del 2% para compensar el período en el que cayó por debajo de ese nivel.

Si la Fed reconsiderara eso, podría parecer discordante con un estímulo fiscal separado, dijo Fink. El presidente Joe Biden ha propuesto medidas adicionales para estimular la economía de EE.UU., incluido un plan de gasto en infraestructura de 1,7 billones de dólares.

"Sería bastante extraño, subir las tasas de interés al mismo tiempo que hacemos este estímulo fiscal gigante", dijo Fink.

Los precios también pueden subir a medida que las empresas se adapten a las realidades del cambio climático, dijo. BlackRock, con sede en Nueva York, ha abogado por que las empresas revelen cómo planean adaptarse a una economía neta con cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050.

"Si nuestra solución es solo conseguir un mundo verde, vamos a tener una inflación mucho más alta, porque todavía no tenemos la tecnología para hacer todo esto", dijo Fink. "Ese también será un gran problema de política en el futuro: ¿Estaremos dispuestos a aceptar más inflación si la inflación acelera nuestra huella ecológica?"