EEUU está atravesando una recesión continua, y eso ha reducido el riesgo de un aterrizaje forzoso para la economía, dice un ejecutivo de Bank of America.

"Tenemos una economía de 26 billones de dólares que se compone básicamente de diferentes sectores, que operan a diferentes velocidades. Entonces, lo que vimos durante la primera mitad del año fue una recesión continua en la manufactura, la energía y la vivienda", dijo Banks en una entrevista, señalando la debilidad económica que se mantuvo contenida en esas áreas.

La actividad de la vivienda ha estado en declive durante el último año debido a que las tasas hipotecarias se mantienen elevadas. Los precios de la energía también se desplomaron desde los máximos del verano pasado, y la actividad manufacturera cayó por octavo mes consecutivo en junio, con el PMI manufacturero registrando un 46% el mes pasado, cerca de los niveles que tradicionalmente se han asociado con una recesión.

Mientras tanto, otras áreas de la economía se han mantenido boyantes. El sector de servicios se mostró fuerte durante la primera mitad, ya que los consumidores estadounidenses siguen gastando a pesar del sombrío contexto económico. El PIB de EE.UU. también se expandió un 2% en el primer trimestre.

Los economistas del Bank of America esperan que el PIB crezca solo un 1,5% durante el segundo trimestre, antes de desacelerarse durante el resto del año. Es probable que una recesión leve dure la primera mitad de 2024 a medida que la desaceleración progresiva se extienda a otras áreas de la economía, dijo Banks, y estimó una desaceleración del PIB del 1% al 1,5% para el primer y segundo trimestre del próximo año.

"En lugar de que el globo explote, ha habido una lenta liberación del aire", dijo Banks. "Creemos que este tipo de recesión continua ha eliminado el gran riesgo de un aterrizaje forzoso, que preocupaba a mucha gente a principios de este año", agregó más tarde.

Otros analistas se han vuelto más optimistas sobre la economía ya que el mercado laboral se mantiene fuerte y la inflación se enfría. La recesión que tanto se pronosticó el año pasado podría no llegar después de todo, dicen algunos expertos, suponiendo que el mercado laboral se mantenga fuerte y la inflación se pueda controlar sin aplastar la demanda.