Breve recesión, lenta recuperación
El extraordinario comportamiento de las bolsas en los dos últimos meses, a pesar de los fuertes descensos de ayer, parece descontar una rápida recuperación de la economía y, por tanto, de los beneficios empresariales. Lamentablemente la realidad se presenta bien distinta.
Es cierto que, tanto en España como en la mayor parte de Europa, los peores datos de actividad económica se habrían producido en abril. Es correcto decir que la recesión ha tocado suelo, pero ello no implica una rápida recuperación. Con una paralización extrema de gran parte de la economía durante abril, una mejora en los datos de mayo respecto al mes previo puede dar una percepción engañosa de una rápida vuelta a la normalidad. Una empresa que un mes de actividad normal vendía 100 y con la pandemia sus ventas se han visto reducidas a 10 durante abril, dirá que sus ventas se han duplicado si vende 20 en mayo. Sin embargo, a pesar del incremento de ventas en mayo respecto a abril, el camino hasta llegar al nivel de ventas pre-Covid de 100 será largo.
En EE.UU., sin una paralización de la economía tan intensa como la acontecida en Europa, la situación es similar. En la reunión de esta semana de la Reserva Federal, Powell volvió a mencionar que la actual recesión dejará "heridas duraderas" en la economía americana. Realizó sombrías previsiones sobre el empleo a pesar del buen dato de mayo, que alejan la idea de una recuperación en "V". La Fed sigue apreciando "riesgos considerables" sobre la economía. La constatación de que la recuperación económica no va a ser tan rápida como las bolsas parecen descontar ha venido del anuncio del Secretario del Tesoro, Mnuchin, quien afirma que será necesario un nuevo paquete de estímulo fiscal.