Apariencias engañosas
Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4 Banco
Cuando se invierte en el Eurostoxx (principal índice de la bolsa europea) o en el S&P500 (principal índice de la bolsa estadounidense), se tiende a pensar que la exposición de dichas inversiones es 100% Europa y 100% EE. UU. respectivamente. La realidad difiere de la apariencia.
Las bolsas de valores de cada país disponen de al menos un índice representativo que incluye a las empresas de mayor valor (capitalización) que cotizan en dicho mercado (S&P en EE. UU., IBEX en España, DAX en Alemania, CAC en Francia o Eurostoxx en Europa). Intuitivamente se piensa que invirtiendo en el índice de un país o una zona geográfica se está invirtiendo en la economía de dicho país o de dicha área. Por tanto, si el país o la zona crece económicamente, el índice de dicha bolsa se revalorizará de la misma forma. Igualmente, si el país atraviesa una crisis, sus empresas cotizadas sufrirán en la misma proporción.
Asumir que la evolución de los resultados de las empresas integrantes de un índice está sólo en función del comportamiento económico de dicho país o zona geográfica no es siempre correcto por dos motivos principales:
- La composición sectorial de los índices bursátiles no necesariamente refleja la composición sectorial de la economía del país o de dicho índice.
- Los índices están compuestos, principalmente, por grandes empresas con una elevada diversificación geográfica internacional de sus ventas, limitando de esta forma los efectos de la evolución de la economía doméstica del país donde está ubicada su sede.
Así, en el caso del IBEX 35, el peso del sector turístico es de apenas un 0,2%, mientras que su peso en la economía española, medido a través del PIB, es del 8%. Además, la única empresa representada del sector, Meliá Hotels, tiene una amplia presencia internacional. Más del 50% de su facturación procede de fuera de España.