Análisis de la elecciones de Julius Baer: España experimenta un giro incompleto a la derecha
Dario Messi, Fixed Income Analyst, Julius Baer
España experimenta un giro incompleto a la derecha con las elecciones generales anticipadas del fin de semana, en las que la oposición y el conservador Partido Popular obtuvieron la mayoría de los votos, pero se quedaron a las puertas de la mayoría, incluso con el apoyo del ultraderechista Vox. La formación de gobierno será un proceso largo y complicado.
Tras la derrota del socialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del Presidente Sánchez frente al conservador Partido Popular (PP) en las elecciones regionales de finales de mayo, los votantes españoles acudieron a las urnas el fin de semana en unas elecciones generales celebradas antes de lo previsto. España está experimentando un giro hacia la derecha (centro), siguiendo en parte la tendencia de otros países europeos. Sin embargo, este cambio sigue siendo incompleto en esta fase, con casi el 100% de los votos escrutados.
En unas elecciones con una participación superior a la esperada, por encima del 70%, el PSOE obtuvo 122 escaños en la Cámara Baja, mientras que el PP se aseguró 136 escaños, lo que sigue estando lejos de la mayoría, incluso con el apoyo del partido de extrema derecha Vox (33 escaños). Por tanto, la formación de gobierno será un proceso largo y complicado, y es posible que se repitan las elecciones.
La política social ha estado en el punto de mira durante la campaña electoral; en cuanto a la agenda económica, se esperaría que un nuevo gobierno de centro-derecha se centrara en la consolidación fiscal a medio plazo y en recortes fiscales, mientras que otro mandato para el gobierno actual implica una continuación.
En conjunto, la economía española está superando actualmente a la de la eurozona en general, tras la fuerte caída sufrida al inicio de la crisis de la pandemia. La inflación en el país se ha visto influida por una serie de factores, entre ellos una repercusión más rápida de los precios del gas a los consumidores, un tope a los precios del gas y un menor crecimiento relativo de los salarios, que ha apoyado una dinámica desinflacionista más rápida que en otros países europeos.
Un cambio de liderazgo aún posible y una mayor atención a la disciplina fiscal podrían respaldar aún más el actual impulso de estrechamiento de los diferenciales de la deuda soberana, que ahora probablemente experimente una pausa en medio de la incertidumbre política desencadenada por las elecciones.
No obstante, mantenemos nuestra opinión positiva sobre la deuda pública española y nuestra calificación de sobreponderar la periferia de la zona del euro en general, a pesar de los retos futuros.
Mientras tanto, mantenemos una posición neutral sobre la renta variable española, ya que el contexto macroeconómico y las expectativas de beneficios siguen siendo menos favorables.