Moody's prevé que los operadores españoles exploren oportunidades de consolidación por la competencia

En un informe, la agencia remarca que la sobrecapacidad de la red en España y los "atractivos" acuerdos mayoristas para los nuevos participantes en el mercado son beneficiosos para los consumidores y reducen los riesgos en cuanto a gastos de capital para los operadores, pero crean condiciones que fomentan una competencia "aún más intensa" en comparación con otros países europeos.

En este sentido, detalla que se espera una intensificación de la competencia en el segmento del bajo coste a medida que operadores como Euskaltel, a través de su marca Virgin Telco, y Digi se vayan expandiendo a nuevas zonas del país. De hecho, considera que si los planes de expansión nacional de Euskaltel tienen éxito, la competencia será aún mayor.

Al mismo tiempo, la agencia de calificación añade que los operadores más tradicionales intentarán defender su posición con sus segundas marcas (O2 para Telefónica, Lowi para Vodafone y Jazztel y Amena para Orange).

En el caso del mercado premium, destaca que la competencia no ha sido tan agresiva y los precios son elevados en comparación con los otros países europeos, pero prevé que la situación económica lleve a los clientes a buscar ofertas más baratas en medio de una "intensa actividad promocional".

"Esperamos que la debilidad económica conducirá a la búsqueda de ofertas más baratas por parte de los clientes en el segmento residencial, mientras que en la parte corporativa también esperamos que se produzca una contracción de la demanda, llevando a una reducción de la rentabilidad de los operadores", ha remarcado Agustin Alberti, vicepresidente y analista senior de Moody's.

Ante este escenario, Alberti ha incidido en que en la agencia esperan que las compañías del sector busquen oportunidades de consolidación para mejorar "una débil evolución operativa y financiera y beneficiarse de significativas sinergias y oportunidades de crecimiento".

De hecho, la agencia identifica tres motivos por los que las compañías podrían perseguir una mayor consolidación en el país: mejorar su débil comportamiento operativo, mejorar las oportunidades de crecimiento y expandirse geográficamente fuera de sus regiones principales.

En concreto, apunta, por ejemplo, que Vodafone y Orange podrían estar interesados en explorar opciones de consolidación para mejorar su desempeño operativo y financiero en el mercado, tras varios trimestres de resultados a la baja.

Sin embargo, en el caso de Vodafone cree que el compromiso de la compañía de reducir su deuda de neta a la parte baja del rango 2,5-3,0 veces y la dificultades que tuvo en el pasado para integrar algunas adquisiciones podrían limitar su capacidad o voluntad para actuar como actor consolidador.

Respecto a Orange, Moody's ve a MásMóvil como el "activo más interesante" para la compañía, especialmente considerando que representa una parte relativamente grande de sus ingresos y beneficios mayoristas, unos contratos que podrían perderse si MásMóvil es adquirido por otro operador.

En cuanto a MásMóvil, cree que sus nuevos dueños, un consorcio creado por los fondos KKR, Cinven y Providence, podrían estar interesados en dar nuevo paso en su crecimiento con un nuevo acuerdo para incrementar su tamaño y mejorar el acceso a la red.

Así, apunta que una compra de Vodafone España, como se ha especulado en la prensa, podría tener "un buen encaje" y generar "significativas" sinergias de costes, pero estima que el tamaño de Vodafone (casi tres veces más que MásMóvil en términos de ingresos) y el elevado endeudamiento de MásMóvil son "limitaciones claves" para esta operación.

Además, apunta que Euskaltel podría acelerar su crecimiento fuera de sus mercados principales (País Vasco, Galicia y Asturias) mediante adquisiciones, así como que la operadora vasca podría ser un objetivo para reforzar la posición de MásMóvil en el Norte de España, donde tiene una baja cuota de mercado, pero Moody's ve "sinergias limitadas" en esta posible operación.

En opinión de Moody's, la consolidación del sector español de las telecomunicaciones podría mejorar la rentabilidad de los operadores y extraer nuevas sinergias, pero también deterioraría sus métricas crediticias si se financia con deuda, teniendo en cuenta además que las compañías no cuentan actualmente con mucha flexibilidad en este sentido según sus ratings.