¿Qué ha ocurrido con el dato de inflación en EE.UU.? ¿Y ahora qué? Analicemos ahora con más calma los datos.
Tiffany Wilding, Economist de PIMCO
¿Qué ha ocurrido? El índice de precios al consumo (IPC) de EE.UU. subió un 0,36% en marzo, ligeramente por encima de las previsiones. Sin embargo, algunos detalles parecían más firmes de lo que daba a entender la cifra principal.
Bajo la superficie, los precios de los coches usados cayeron más de lo previsto, pero los servicios básicos sin incluir el alquiler se aceleraron, impulsados por un aumento de la inflación de los seguros de automóviles. Esto bastó para elevar la variación anualizada de los tres últimos meses por encima del 8%, un nivel muy superior al objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal.
¿Qué significa esto? En cuanto a las perspectivas a corto plazo, sospechamos que la inflación de los seguros de automóviles se moderará un poco el mes próximo, pero en general, las medidas de inflación subyacente (servicios sin alquiler) probablemente se mantendrán firmes, a falta de una mayor relajación de los mercados laborales. Dando un paso atrás, el problema para la Reserva Federal es que la deflación de los bienes básicos se ha reducido, mientras que la inflación de los servicios se está mostrando rígida. En consecuencia, hemos revisado al alza nuestras previsiones y ahora prevemos que la tasa interanual del IPC subyacente se sitúe a finales de 2024 en el 3,5%, o un poco por encima, frente a nuestra previsión anterior de una horquilla del 3-3,5%.
¿Y ahora qué? Este informe, sumado al de empleo publicado la semana pasada, complica el calendario de recortes de tipos de la Fed. Con estos últimos datos, hay razones de peso para retrasar la fecha del primer recorte más allá de mediados de año y refuerza aún más nuestras Perspectivas Cíclicas, que preveían que el banco central estadounidense flexibilizara la política monetaria a un ritmo más gradual que sus homólogos de las economías de mercado desarrolladas.