¿Por qué la Bolsa de Japón está disparada mientras la de China está de capa caída?

Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión y trading eToro

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Capitalbolsa | 18 ene, 2024 16:25 - Actualizado: 09:23
cbjapon bolsa

DIVERGENCIA: Hemos asistido a una gran ruptura de la correlación históricamente fuerte entre el segundo y el tercer mercado bursátil del mundo. Japón ha seguido subiendo y ha sido el país que mejor se ha comportado este año, ya que el "mercado olvidado del mundo" por fin ha dejado atrás tres décadas de deflación y estancamiento.

Por su parte, la renta variable china ha tenido el peor arranque de todos los tiempos, ya que se enfrentan a un duro reto en tres frentes diferentes: el consumo, el sector inmobiliario y la exportación. Ha sido una trampa de valor sin visibilidad política, pero tiene múltiples impulsores contrarios para los valientes y no debe ser ignorada. También es probable que la revalorización del yen japonés y la rotación hacia los sufridos valores nacionales tengan más recorrido.

JAPÓN: La tercera economía y el tercer mercado bursátil del mundo han mantenido su fuerte impulso para 2023. El índice de referencia Nikkei 225 acaba de superar los 36.000 puntos por primera vez en 34 años. La deflación ha retrocedido junto con el fortalecimiento de la economía y ha abierto la puerta a un endurecimiento monetario gradual. Esto ha reforzado el yen, la divisa más barata del mundo con diferencia, y ha provocado una rotación hacia valores y bancos nacionales baratos. Al mismo tiempo, las autoridades han impulsado reformas, desde las cuentas de ahorro para la jubilación exentas de impuestos (NISA) hasta cambios en la gobernanza empresarial y la ampliación del horario de negociación. Sin embargo, según nuestra última encuesta, la mayoría de los inversores siguen sin acordarse de China.

CHINA: Sus dificultades continúan, con un crecimiento del PIB estancado en el 5% y deflación, y una respuesta política tibia. Se enfrenta a tres vientos en contra: 1) una huelga de consumidores, 2) la sobrecarga del sector inmobiliario y 3) la debilidad de la demanda manufacturera mundial. El banco central ha evitado de nuevo recortar los tipos de interés, a pesar de la deflación y de tener unos de los tipos reales más altos del mundo. Sigue siendo una combinación intrigante pero de alto riesgo de valoración barata, escaso sentimiento, economía en estabilización y flexibilidad política. Y no puede ignorarse, con repercusiones mundiales que van desde las materias primas hasta Apple. Crucemos los dedos para que el 10 de febrero comience el auspicioso Año del Dragón.

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