PMI manufacturero de la zona euro enero 59,6 vs 59,6 esperado
El sector manufacturero de la zona euro comenzó 2018 con muy buenos resultados. Aunque los ritmos de crecimiento de la producción y de los nuevos pedidos disminuyeron en enero desde sus máximas casi récord registradas a finales del año pasado, se mantuvieron entre los mejores observados desde que el estudio comenzó en 1997.
El índice PMI final del Sector Manufacturero de la Zona Euro de IHS Markit registró su mínima de tres meses en enero (59.6), situándose por debajo de su máxima histórica de 60.6 registrada en diciembre, y se mantuvo igual que su estimación flash precedente. El índice PMI ha señalado una expansión durante los últimos 55 meses.
Los datos a nivel sectorial indicaron un sólido crecimiento en las categorías de bienes de consumo, bienes intermedios y bienes de capital, y estas dos últimas categorías registraron los ritmos de expansión más pronunciados. Dicha expansión se produjo a pesar de que el sector de bienes de consumo fue la única categoría en la que se aceleró el crecimiento en enero.
Países clasificados por PMI Manufacturero: enero
Países Bajos 62.5 máxima récord
Austria 61.3 mínima en 3 meses
Alemania 61.1 (flash: 61.2) mínima en 3 meses
Italia 59.0 máxima en 83 meses
Francia 58.4 (flash: 58.1) mínima en 2 meses
Irlanda 57.6 mínima en 3 meses
España 55.2 mínima en 4 meses
Grecia 55.2 máxima en 123 meses
El índice PMI de los Países Bajos alcanzó un récord histórico en enero, situándose en el primer puesto de la clasificación de la zona del euro. El ritmo de crecimiento en Italia también mejoró, alcanzando su máxima en 83 meses, mientras que el PMI griego se situó en su nivel más alto en más de una década.
Aunque los ritmos de expansión disminuyeron en el resto de los países cubiertos por el estudio, las lecturas del PMI se mantuvieron cerca de sus niveles récord en Alemania, Austria e Irlanda, y entre las mejores en diecisiete y diez años respectivamente en Francia y España.
La sólida mejora de las condiciones operativas del sector manufacturero de la zona euro, señalada por las continuas fuertes expansiones tanto de la producción como de los nuevos pedidos, tuvo un impacto positivo en la confianza empresarial. En enero, el optimismo aumentó a un ritmo récord de la serie, y la confianza aumentó en todos los países estudiados, excepto en Alemania y Austria (aunque estos países mantuvieron unas perspectivas fuertemente positivas en general).
Las empresas indicaron que experimentaron entradas sólidas de los nuevos pedidos procedentes tanto del mercado nacional como del de exportación en enero. El nivel de nuevos pedidos para exportaciones aumentó a un ritmo robusto, que de todos modos fue el más lento en tres meses. El crecimiento de los nuevos pedidos para exportaciones se mantuvo sólido en todos los países cubiertos por el estudio, y España, Irlanda y Grecia observaron incrementos más fuertes que los registrados a finales de 2017.
El empleo del sector manufacturero de la zona euro aumentó por cuadragésimo primer mes consecutivo en enero. La tasa de crecimiento del empleo se mantuvo sustancial y cercana al récord alcanzado en noviembre y diciembre del año pasado.
Se observaron sólidos aumentos en los niveles de dotación de personal en todos los países estudiados, y las alzas más pronunciadas se registraron en los Países Bajos, Austria y Alemania. Las tasas de expansión se fortalecieron en Italia, los Países Bajos y Grecia.
El aumento de la dotación de personal reflejó la mejora de los volúmenes de nuevos pedidos recibidos, el aumento de la confianza empresarial y los esfuerzos por aumentar la capacidad debido a la creciente acumulación de trabajos por completar. Los pedidos pendientes aumentaron por trigésimo tercer mes consecutivo, y su ritmo de expansión fue solo ligeramente más lento que el récord de noviembre pasado.
Las presiones inflacionistas aumentaron al comienzo de 2018, y tanto los precios cobrados como los precios pagados aumentaron a tasas más rápidas. La inflación de los precios cobrados se aceleró hasta su máxima de 80 meses.
Los costes de compra aumentaron a la tasa más fuerte en más de seis años y medio, lo que refleja el aumento de los precios de los productos básicos (incluido el petróleo) y un mayor poder de fijación de precios de los proveedores. Este último factor fue el resultado de la escasez de algunos insumos, ya que la demanda superó a la oferta. Esto también condujo a uno de los alargamientos de los plazos de entrega más pronunciados en la historia del estudio.