Observatorio Económico: Creciente tensión comercial siembra dudas entre compañías multinacionales
Agencia Xinhua
La disputa comercial iniciada por Estados Unidos ha provocado reacciones de represalia por parte de los principales socios comerciales del país, lo que ha generado suspicacias en las compañías multinacionales del mundo.
El fabricante de autos alemán Daimler AG es la primera corporación internacional importante que publica una advertencia sobre la incidencia en los beneficios de la doctrina proteccionista "América primero" del Gobierno de Trump.
Daimler calificó el mes pasado el conflicto comercial global y los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como "el factor decisivo" para rebajar la previsión anual de ganancias. Daimler espera ahora, en consecuencia, que sus ingresos antes del abono de intereses e impuestos se reduzcan ligeramente en 2018 respecto al año pasado.
También ha trascendido que BMW, Hyundai y General Motors se oponen al plan del Gobierno de Trump de imponer aranceles a los vehículos importados, y los fabricantes de autos han escrito al secretario de Comercio para expresar su preocupación.
Estados Unidos alberga a la mayoría de las 500 compañías de la lista Fortune del mundo, y por ello se espera que su sector empresarial cargue con el grueso de las consecuencias negativas de la tensión comercial.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos advirtió el lunes de que los nuevos aranceles del Gobierno de Trump sobre las importaciones podrían provocar una guerra comercial global, ya que otros socios comerciales han anunciado millones de dólares en aranceles contra los productos estadounidenses en represalia.
"Los nuevos aranceles sobre el acero, el aluminio y las importaciones chinas, así como la posibilidad de aranceles adicionales sobre los autos y las piezas de autos, nos han dejado al borde de una guerra comercial global", afirmó la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el mayor grupo comercial del país, en un nuevo estudio.
De acuerdo con la entidad estadounidense, esta estrategia afectará a los consumidores y las compañías estadounidenses, incluidos manufactureros, agricultores y empresas tecnológicas, pues los productos y materiales de uso común costarán más y, como resultado, llevará a frenar el reciente resurgimiento económico suscitado en el país.
Algunas compañías estadounidenses se han visto forzadas a tomar medidas. El fabricante de motocicletas Harley-Davidson anunció a finales de junio que trasladará la producción de algunas de sus motocicletas a fuera de Estados Unidos para evitar los aranceles de represalia impuestos por la Unión Europea (UE) en respuesta a los aranceles estadounidenses sobre las importaciones de acero y aluminio.
"Los aranceles de la UE sobre las motocicletas Harley-Davidson exportadas de Estados Unidos se han incrementado del seis por ciento al 31 por ciento", indicó la compañía en su declaración ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos.
Un grupo de casi 60 asociaciones comerciales estadounidenses, incluido el Consejo Nacional de Comercio Exterior, ha exigido al Congreso del país que sea más exigente en el control del uso de aranceles y otras medidas de política comercial por parte del gobierno de Trump.
Estas asociaciones apuntaron que aumentar las amenazas de aranceles y guerras comerciales potenciales con los socios comerciales de Estados Unidos, entre ellos algunos de sus aliados más importantes, crea una incertidumbre que notarán todos los habitantes y comercios del país, independientemente de su tamaño y sector.
"Dicho simplemente, los aranceles son un impuesto sobre los consumidores y las empresas estadounidenses", indicó la Cámara de Comercio en su página web.