"La recesión industrial de la zona euro no está llegando a su fin"
Dr. Cyrus de la Rubia, Chief Economist de Hamburg Commercial Bank
La recesión industrial de la zona euro, que ya registra un año de duración, no está llegando a su fin. La producción ha vuelto a caer al mismo ritmo que el mes anterior, debido principalmente a los pesos pesados de Alemania y Francia. España, por el contrario, es el primero de los cuatro principales países de la zona euro en volver a entrar en territorio de crecimiento.
En una nota ligeramente más positiva, la disminución de los nuevos pedidos en la zona euro se ha ralentizado un poco, ofreciendo un rayo de esperanza para una posible recuperación de la demanda en el futuro.
Los ataques de los hutíes a los buques comerciales en el mar Rojo han tenido un impacto temporal, provocando un breve alargamiento de los plazos de entrega en enero, seguido de una posterior reducción de los plazos de entrega en febrero. En consecuencia, es poco probable que la caída más suave de los precios de los insumos de este mes se atribuya totalmente a las tensiones en el mar Rojo, sino más bien a movimientos en los precios de las materias primas, como el reciente aumento de los precios del petróleo. Continúa persistiendo la tendencia fundamental de caída de la demanda, que sigue siendo el principal factor responsable de la aceleración de los plazos de entrega.
Los stocks de compra continúan reduciéndose rápidamente, aunque a un ritmo ligeramente más lento por segundo mes consecutivo. A pesar de esta leve moderación, hay pocos indicios de un fin inminente a la actual caída de inventarios que ya dura un año.
Las perspectivas con respecto a la producción futura siguen siendo cautelosamente optimistas, aunque su índice respectivo todavía está ligeramente por debajo del promedio a largo plazo, lo que refleja el ambiente debilitado predominante. Del mismo modo, los empresarios están reduciendo sus plantillas, pero con reticencia a adoptar medidas demasiado agresivas en este sentido. Como resultado, el sentimiento general no es el de anticipar un futuro excepcionalmente brillante, pero las empresas tampoco se preparan para tiempos depresivos. En cambio, parece que las empresas están manteniendo sus operaciones, preparadas para volver a la acción cuando se materialicen signos de mejora. Están en una especie de posición de espera.