La mala suerte de la Fed

Por Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 15 oct, 2024 11:40
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El flujo de datos de EE.UU. no ha sido amable con la Fed desde que inauguró su cambio de postura con un recorte de 50 puntos básicos y un gráfico de puntos bastante moderado.

La semana pasada analizamos con cierto detalle cómo el informe de empleo de septiembre siguió pintando el panorama de una economía estadounidense resiliente, lo que arroja dudas sobre la urgencia de proceder con "recortes gigantescos".

El índice de precios al consumidor de septiembre, publicado la semana pasada, no dio mucho respiro. El IPC subyacente repuntó ligeramente en términos interanuales hasta el 3,3% desde el 3,2%, mientras que el mercado esperaba una lectura sin cambios.

Más allá de la volatilidad mensual, lo que se está perfilando es una estabilización general -o, de manera más pesimista, la aparición de una "línea de resistencia"- de la inflación subyacente por encima del 3% desde finales de primavera, un ritmo todavía incómodo en relación con el objetivo de la Fed (dada la brecha habitual entre el IPC y el PCE, la medida de inflación favorita de la Fed, Un 2,5% sobre el IPC subyacente sería coherente con el objetivo).

El impulso a corto plazo no es muy tranquilizador, con la segunda aceleración consecutiva en la tasa anualizada a 3 meses. La Fed se había pronunciado sobre su tolerancia a las todavía sólidas subidas de los alquileres, cuyo peso en el IPC subyacente supera el 40%, dada la evolución favorable de los indicadores en tiempo real de nuevos arrendamientos, pero la aceleración de los "servicios menos vivienda" ha sido pronunciada en septiembre (del 0,7% anualizado a 3 meses en agosto al 3,0%). "Explicar" la impresión de septiembre no es sencillo.

Las actas de la reunión del FOMC de septiembre publicadas la semana pasada indican que el debate sobre la magnitud del primer recorte fue mucho más feroz de lo que sugería la única disidencia de Michelle Bowman en el momento del anuncio, y por supuesto el reciente flujo de datos está ayudando a quienes apoyan un ritmo prudente de "eliminación de restricciones".

Sin embargo, no creemos que haya suficiente para alterar seriamente nuestra trayectoria de referencia de relajación en incrementos de 25 puntos básicos en noviembre y diciembre, en línea con las expectativas actuales del mercado (recortes de 45 puntos básicos descontados hasta el viernes pasado).

Entre los oradores de la Fed que se lanzaron a los medios después de la publicación del IPC, solo Bostic ha expresado su disposición a "saltarse" la reunión de noviembre -y ha estado en el espectro muy agresivo del FOMC en el ciclo actual hasta ahora-, mientras que Barkin, Goolsbee y Williams minimizaron la importancia de la cifra de inflación de septiembre.

Para 2025, la continuación de los recortes, situándonos por encima de la estimación de la Fed del tipo neutral, representada por su previsión del nivel a largo plazo del tipo de interés de los fondos federales (2,9%) es nuestro escenario base, pero con un alto nivel de incertidumbre, dado el impacto que el resultado de las elecciones estadounidenses podría tener en la política fiscal y comercial.

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