"La inflación ha dejado de ser el problema en Europa, para dejar paso al crecimiento"

Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 03 dic, 2024 09:39
zonaeurocbcrisis1412

Los últimos datos económicos ponen en evidencia las diferencias entre Europa y Estados Unidos en términos de crecimiento, empleo e inflación. Mientras al otro lado del Atlántico los indicadores apuntan hacia una ligera mejora, en Europa el panorama es más complicado, con un sector manufacturero en recesión y un crecimiento económico bajo presión.

En Estados Unidos, los últimos datos conocidos muestran una mejora en indicadores clave. El PMI manufacturero subió hasta 49,7 desde el 48,8 anterior, prácticamente lo esperado, pero aún por debajo de 50, el umbral que marca el crecimiento. Asimismo, el gasto en construcción creció un 0,4%, superando tanto el dato anterior del 0,1% como las previsiones. Además, el ISM manufacturero también mejoró respecto a datos anteriores y superó las expectativas, aunque sigue por debajo de 50.

En conjunto, estos datos reflejan una mejora sensible en el importante apartado de las manufacturas, aunque sin alcanzar un crecimiento sólido. Este avance contrasta con la situación en Europa, donde los datos manufactureros no solo son débiles, sino que muestran un deterioro continuado.

Europa: una recesión manufacturera que se agrava

En la Eurozona, los datos más recientes confirman el deterioro de la actividad manufacturera. El PMI de noviembre cayó a 45,2 desde 46 en octubre, con tres de las cuatro mayores economías de la región en contracción, siendo España la única excepción positiva.

Esta situación es especialmente delicada para Europa, pues se ve agravada por la amenaza de una posible guerra arancelaria, que resultaría particularmente gravosa para el sector manufacturero. La solución más rápida y directa sería aplicar políticas de estímulo de demanda, como el aumento del gasto público. Sin embargo, esta estrategia es difícil de implementar en países como Italia o Francia, que ya enfrentan elevados niveles de déficit y deuda.

Alemania, con unas cuentas públicas más saneadas, podría tener margen para estas políticas, pero factores como la elevada propensión al ahorro, los temores a la inflación y un entorno político complicado dificultan su aplicación. En este sentido, Alemania necesitaría adoptar políticas fiscales similares a las que se impulsaron en Estados Unidos durante la administración de Donald Trump, algo que, por ahora, parece poco probable.

Un punto destacable tanto en Europa como en Estados Unidos ha sido el comportamiento del mercado laboral. En la Eurozona, la tasa de desempleo se mantuvo en octubre en el 6,3%, sin cambios respecto al mes anterior y en mínimos desde 1999. Este dato es muy positivo en términos absolutos, pero requiere matices.

En circunstancias anteriores, la caída de la demanda o los problemas de oferta, junto con la elevada inflación vivida desde 2021, habrían causado incrementos significativos en el desempleo. Sin embargo, esta vez las empresas han optado por trasladar el aumento de los costes a los precios finales en lugar de recurrir a despidos masivos. Como resultado, el empleo ha resistido, pero los salarios reales han caído, lo que significa que hay más trabajadores, pero con un poder adquisitivo menor debido al impacto de la inflación.

Política monetaria: el BCE ante el desafío del crecimiento

En este contexto, el debate sobre los próximos pasos del Banco Central Europeo (BCE) refleja la complejidad del momento. Según declaraciones recientes, como las de Mārtiņš Kazāks, el problema de la inflación parece casi resuelto. Sin embargo, otras voces, como la de Isabel Schnabel, advierten que no hay mucho margen para bajar los tipos de interés.

La inflación, efectivamente, ha dejado de ser el principal problema en Europa. Ahora, el desafío central es el crecimiento económico, especialmente en un contexto de debilidad manufacturera. La solución más adecuada podría ser un recorte de 50 puntos básicos en las tasas de interés, siguiendo un enfoque más agresivo, como el que probablemente adoptaría Estados Unidos en una situación similar. Sin embargo, es probable que el BCE opte por un recorte más modesto de 25 puntos básicos, acompañado de un mensaje vigilante sobre el crecimiento y posibles medidas futuras.

contador