Bienes Inmuebles y Propiedades: ¿cuál es el panorama a corto y medio plazo?
Si hay algo que caracteriza al mercado inmobiliario español es que no deja de dar sorpresas. En primer lugar, es conveniente conocer que son los bienes inmuebles, porque a pesar de ser un término bastante conocido, no todo el mundo sabe de qué se trata exactamente.
Los bienes inmuebles son aquellos anclados a la tierra, es decir, tierras, edificios, sótanos... La legislación española en materia inmobiliaria está perfectamente consolidada, y gracias al Registro de la Propiedad, se tiene un verdadero control sobre la pertenencia de cada bien inmueble. La figura del registrador de la propiedad es la de un funcionario público que tiene como objetivo la inscripción, anotación y publicación de todos los hechos relacionados con bienes inmuebles y sus derechos relacionados. Para ser registrador de la propiedad, hay que superar una dura oposición, comparableen complejidad a la de notarías.
El mercado inmobiliario español
Históricamente se trata de uno de los mercados que más dinero aporta al producto interior bruto, que aunque suele rondar entorno al 10 %, a todos los efectos es mayor. España ha sido un país donde tradicionalmente se ha comprado antes que alquilado, posee un concepto distinto de la vivienda a lo que se tiene en otros países de nuestro entorno.
En ellos, la movilidad está a la orden del día, y las propiedades no eran vistas tampoco como una inversión a tener en cuenta. Sin embargo, en nuestro país se dió un hecho histórico al principio de la década del segundo milenio, conocido como el boom de ladrillo. Esto consiguió un enorme empujón a la economía nacional, además de posibilitar a cualquier comprador la adquisición de una o más viviendas.
Sin embargo, finalmente, se produjo un hecho negativo, el pinchazo de esta burbuja y que terminó llevando a muchas familias a una situación comprometida.
El protagonismo del Euribor
Actualmente, el panorama es otro. El precio de la vivienda es alto, pero también se han encarecido las hipotecas, sobre todo las de interés variables.
La actual situación geopolítica, con los precios de algunas materias primas disparados, ha llevado a una subida de los tipos de interés y, en consecuencia, a una carrera de subida del Euríbor, el indicador de referencia para las hipotecas variables y que en España se revisa de manera general cada año.
El Euríbor es un concepto que no está exclusivamente ligado a los inmuebles, ya que no es más cifra que determina la cifra de dinero que los bancos se prestan entre sí. Sin embargo, también es un indicador del interés de este tipo de hipotecas.
Hace poco más de un año, en el verano de 2021, el Euríbor estaba medio punto negativo. Eso quería decir que quien tuviese que revisar la hipoteca en esa fecha iba a pagar menos. Pero la precipitación de los acontecimientos ha llevado a que actualmente se superen los 2,5 puntos, lo que está poniendo de una situación complicada a quienes tienen hipotecas regidas por el Euríbor.
El aumento del coste de estas hipotecas ha llegado, más de 200 € mensuales para una hipoteca media. Esta es la razón que está llevando a muchos propietarios a tratar de subrogar las hipotecas a otras de interés fijo, ya que esta subida se ha convertido en una auténtica escalada que no favorece las ya maltrechas economías domésticas.
¿Hacia dónde camina el sector inmobiliario?
Actualmente, el futuro es algo incierto, ya que hay mucha incertidumbre sobre los movimientos del banco central europeo y del desarrollo de los acontecimientos que están poniendo en jaque a las economías. Probablemente, la apuesta más inteligente es la de mantener esa calma tensa y esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Es cierto que se han dado una serie de hechos que han influido a que todo esto se ponga en evidencia. El parque inmobiliario español sigue teniendo todavía muchas viviendas vacías, con la paradoja de que hay dificultades para ocuparlas por la falta de liquidez.
Las propiedades como inversión siempre son un producto interesante, pero hay que ir dando pequeños pasos y conocer el mercado para poder tener éxito. No cabe duda de que la labor del registro de la propiedad se antoja como fundamental en cualquier tipo de operación inmobiliaria. Poder desarrollar cualquier trámite de manera telemática, y sin tener que desplazarse es uno de los puntos fuertes por lo que una oficina virtual es una buena opción.
Aunque el panorama del sector inmobiliario en nuestro país se presente incierto a medio plazo, no cabe duda de que se trata de un mundo interesante y que puede proporcionar buenas oportunidades de negocio si se sabe gestionar.